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18 de junio de 2023 - Tiempo de lectura 6 min

El papel del 5G en el futuro de las Smart Cities

Por Editorial Vodafone Business

El 5G ya está aquí pueden impulsar el funcionamiento eficiente de las ciudades inteligentes alrededor del mundo. El 5G por fin ofrece capacidad de transmisión de datos a grandes velocidades y con latencia muy baja, además de aumentar la densidad de conexión con el IoT. Esta tecnología será esencial para consolidar las Smart Cities y va a requerir de acciones directas de la Administración Pública, Ayuntamientos y entidades locales, entre otros. Te lo contamos todo en este artículo.

Ya se sabe que el IoT ha revolucionado las operaciones industriales e incluso la atención sanitaria y que es uno de los pilares en los que se sustentan las Smart Cities que ya empiezan a dar los primeros pasos en España.

Sin embargo, el desarrollo de infraestructuras en zonas urbanas requiere algo más que el mero uso de dispositivos IoT inteligentes. Los marcos de conectividad de alto rendimiento, ent to end y escalables son esenciales para el éxito.

Es aquí donde entra el juego el 5G, se prevé que la integración de esta tecnología afecte notablemente a todos los sectores, muy especialmente a las operaciones de desarrollo urbano. Y es que la baja latencia, la alta velocidad de trasferencia de datos cambiarán la eficiencia, resistencia y sostenibilidad de las ciudades inteligentes.

Qué hace que una ciudad se convierta en una Smart City

La Comisión Europea define las ciudades inteligentes como "un lugar donde las redes y servicios tradicionales se hacen más eficientes con el uso de tecnologías digitales y de telecomunicaciones en beneficio de sus habitantes y empresas". Por eso, la democratización y disponibilidad de nuevas tecnologías son necesarias para transformar una ciudad en una ciudad inteligente, contribuyendo a alcanzar un alto nivel de desarrollo urbano sostenible y a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

El IoT permite que las Administraciones Públicas de las Smart Cities recopilen datos en tiempo real para entender qué necesitan los ciudadanos y responder con soluciones más rápidas y de menor coste. En términos generales, los ecosistemas de las ciudades digitales están diseñados para funcionar en marcos TIC que conectan varias redes dedicadas de dispositivos móviles, sensores, coches conectados, electrodomésticos, pasarelas de comunicación y centros de datos.

Para 2025, las tendencias del IoT sugieren que el número de dispositivos conectados en todo el mundo ascenderá a 75.000 millones. El creciente número de objetos que se interconectan genera un volumen de datos sin precedentes que la ciudad puede analizar localmente para tomar decisiones más informadas sobre qué cambios o nuevos proyectos beneficiarán más a los residentes. El término "IoT masivo" es una descripción adecuada del enorme número de sensores y dispositivos IoT que se comunicarán entre sí.

Esto significa que un futuro cercano, millones de dispositivos estarán conectados entre sí. Para conseguirlo, el estándar del IoT debe garantizar tanto la escalabilidad como la versatilidad, ofreciendo suficiente capacidad y eficiencia de red para conectar todos esos dispositivos y proporcionando al mismo tiempo funciones avanzadas, como una mayor duración de la batería y un área de cobertura más amplia, para facilitar la expansión de nuevos casos de uso.

La red 4G existente se diseñó principalmente para mejorar los servicios de datos móviles, pero aún adolece de numerosas limitaciones. Entre ellas, un soporte deficiente para conexiones simultáneas, un elevado consumo de energía y un precio por bit demasiado alto. Se espera que el 5G libere el potencial del IoT y el impulso que las ciudades inteligentes necesitan para abordar y superar estos problemas.

Qué puede hacer el 5G

La tecnología 5G tiene una serie de características que repercutirán positivamente en las experiencias digitales y las ciudades inteligentes. Además de una mayor velocidad para cargar y descargar datos, garantiza tiempos de latencia muy cortos y la posibilidad de conectar varios dispositivos al mismo tiempo.

El concepto de latencia es particularmente importante y reducirla significa comprimir el tiempo entre el envío y la recepción de la señal. El 5G sitúa el alcance al menos por debajo de los 10 milisegundos (es decir, la mitad de lo que podría conseguir el 4G más avanzado) y, en el mejor de los casos, en torno a 1 milisegundo de retardo, lo que significa que los datos se transferirán casi en tiempo real.

Además, con las nuevas redes, la velocidad y la latencia no empeoran ni siquiera con decenas de miles de dispositivos conectados. Por tanto, 5G ofrece más densidad de dispositivos.

La combinación de alta densidad y baja latencia transformará profundamente nuestras ciudades. Hoy, en lugares de vacaciones abarrotados, conciertos o campos de fútbol, es habitual tener fallos de conexión, esto termina con el 5G, que en teoría permitirá tener hasta un millón de conexiones simultáneas por cada kilómetro cuadrado.

Además, los dispositivos personales como smartphones, tabletas, altavoces inteligentes, entre otros aparatos, objetos y sensores serán capaces de captar información y dialogar entre sí.

Por tanto, la 5G elimina esencialmente uno de los frenos al desarrollo del Internet de las Cosas, que podrá así expresar su potencial no sólo en el entorno doméstico, sino también en plantas industriales, en edificios públicos o en las calles.

Algunas aplicaciones del 5G en las Smart Cities

Gracias a la aumento de la velocidad de transferencia de los datos y la posibilidad de tener un mayor número de conexiones simultaneas, se puede tener información en tiempo real sobre el flujo del tráfico, la calidad del aire o el consumo de energía, es decir, aprovechar la información para conseguir que la ciudad sea más eficiente y sostenible.

Por ejemplo, los sensores habilitados para 5G controlan el tráfico en tiempo real, lo que permite optimizar las señales de tráfico para reducir la congestión y mejorar la calidad del aire. Del mismo modo, las redes eléctricas inteligentes impulsadas por 5G pueden ayudar a las ciudades a gestionar eficientemente el uso de la energía, reduciendo las emisiones de carbono y promoviendo iniciativas de sostenibilidad.

Las Administraciones Públicas, incluidos los ayuntamientos o los departamentos de bomberos y policía, pueden aprovechar las mejores comunicaciones y supervisarlas a través de dispositivos inteligentes, reforzando el tráfico, la seguridad pública, la infraestructura de tránsito y los edificios públicos en lo que respecta a la facilidad de uso.

Por otra parte, el 5G también puede ayudar al desarrollo de servicios de transporte de vanguardia, como los drones y los vehículos y drones autónomos, que se espera revolucionen la movilidad urbana en un futuro próximo.

Además de sus beneficios para los ciudadanos, la red 5G será importante en la lucha contra las catástrofes naturales y otras emergencias, mejorando sustancialmente la eficacia de los equipos de respuesta.

En última instancia, el 5G traslada la construcción de ciudades inteligentes de lo teórico a lo práctico y allana el camino para el desarrollo y despliegue de nuevas aplicaciones que van desde el control de la calidad del aire, el uso de la energía y los patrones de tráfico hasta el alumbrado público, el aparcamiento inteligente, la gestión de multitudes y la respuesta a emergencias.

La ciudad inteligente utiliza soluciones digitales, tecnología y datos para mejorar significativamente varios indicadores clave de la calidad de vida. Esto se traduce en una mejora del tráfico y de los tiempos de desplazamiento al trabajo, una aceleración del tiempo de respuesta ante emergencias, una reducción de los costes sanitarios, una disminución del consumo de agua, de los residuos no reciclados y de las emisiones nocivas y, en definitiva, en un enorme potencial de ahorro.
 

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