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30 de julio de 2025 - Tiempo de lectura 5 min

Robótica educativa: el futuro del aprendizaje y el mercado laboral

El mundo en el que vivimos es cada vez más dependiente de la tecnología, por lo que hacer posible que las nuevas generaciones se adapten a esta realidad es una obligación. En este escenario, los sistemas educativos están incorporando nuevas materias con el objetivo de preparar a los estudiantes para afrontar los retos que pueden tener en su etapa de madurez. Entre esas nuevas herramientas, la robótica educativa lleva ya tiempo siendo una de las principales estrellas en materia de educación y no es extraño ver robots educativos en las aulas.
Robótica educativa: el futuro del aprendizaje y el mercado laboral

Un viaje a través de la historia y el impacto de la robótica educativa

Aunque la robótica educativa parece algo de lo más actual, lo cierto es que su desarrollo comenzó a finales del siglo pasado. Concretamente en 1967, cuando Seymour Papert, Wally Feurzeig y Cynthia Solomon, tres investigadores del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) crearon el lenguaje de programación LOGO, el primero diseñado específicamente para la infancia y que supuso el inicio de la enseñanza de la programación en los colegios e institutos. Estos tres investigadores, creían que los más pequeños pueden desarrollar su conocimiento de manera más efectiva cuando interactúan directamente con objetos. Así que LOGO, a través de simples instrucciones programadas permitía mover un “robot tortuga” a la vez que los estudiantes aprendían conceptos matemáticos y geométricos de forma intuitiva.

A partir de aquí, la mayor evolución se produce en 1998 con la aparición de los primeros Lego Mindstroms, desarrollados por el MIT y la multinacional juguetera. Estos kits, que aunaban juego y tecnología allanaron el camino para que aumentase el número de clases de robótica en centros educativos de todo el mundo. La robótica educativa pasó, de esta forma, a ser una nueva disciplina que ayudó a acabar con el mito de que la tecnología era exclusiva de personas superdotadas.

¿Qué es la robótica educativa y cómo fomenta el pensamiento computacional?

Como una herramienta más de aprendizaje, la robótica educativa no consiste únicamente en la construcción y programación de robots. Hablamos de una formación que en realidad podría denominarse robótica inteligente y que permite a los estudiantes desarrollar una amplia gama de habilidades transversales. Porque el objetivo es que los estudiantes aprendan con los robots y no sólo sobre los robots.

Para la adquisición de conocimientos se abordan diferentes disciplinas para que los alumnos desarrollen la creatividad, adquieran habilidades técnicas y soft skills y aprendan a trabajar en equipo. Además, el uso de robots educativos fomenta el pensamiento computacional al transformar conceptos abstractos en experiencias tangibles ya que los estudiantes deben analizar un problema, descomponerlo en partes, idear una secuencia lógica y programar el robot para lograr un objetivo.

Tipos de robots educativos para cada etapa de aprendizaje

En la actualidad hay infinidad de robots educativos adaptados a cada edad de tal forma que incluso los más pequeños puedan empezar a familiarizarse con la robótica y la programación. En estas edades tempranas, la robótica educativa potencia la colaboración y la experimentación lo que proporciona una vía de entrada natural para que tanto las niñas como los niños se interesen por la educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas) en el futuro. Escoger el robot adecuado y que mejor se adapte a la edad del estudiante permite aumentar el interés por la tecnología. Veamos algunos ejemplos:

  • Robótica en infantil (de 3 a 6 años): Se utilizan robots muy sencillos que se programan con botones físicos, tarjetas de colores o incluso con gestos. El objetivo de la robótica en infantil es introducir la lógica de programación sin ningún tipo de complejidad.
  • Robótica en primaria (de 6 a 12 años): como los estudiantes ya saben leer y empiezan a tener un mayor pensamiento lógico, los robots educativos pasan a ser más complejos. Aquí ya empiezan a aparecer interfaces de programación visual por bloques, como Scratch, que son arrastrables y muy intuitivas o kits más avanzados como la robótica WeDo o la robótica mBot que permiten construir robots con sensores y motores y programarlos para realizar tareas específicas. En este periodo también destacan iniciativas como DigiCraft de la Fundación Vodafone que permite trabajar las competencias digitales de estas edades de una forma diferente y divertida.
  • Robótica en secundaria (de 12 a 18 años): En esta etapa se utilizan plataformas que combinan construcciones más complejas con programación basada en bloques avanzados. El enfoque se amplía a la resolución de problemas más complejos, la optimización de código y la comprensión de principios de ingeniería y física.

Ventajas y desventajas de la robótica educativa

Tal y como hemos ido viendo, integrar la robótica educativa en las aulas proporciona ventajas como el fomento del pensamiento computacional, el desarrollo del trabajo en equipo o el desarrollo de competencias técnicas.

Sin embargo, el mayor de los beneficios es el de activar la pasión por la tecnología y el estudio de formaciones STEM. La robótica educativa permite perder el miedo hacia estas materias que, sobre todo, es más evidente en el caso de las niñas. Y es que, sólo un 1% de alumnas de ESO se plantea estudiar un grado de tecnologías y un 5% una ingeniería a pesar de que esos estudios son los que presentan una mayor tasa de empleabilidad.

Sin embargo, la robótica educativa también presenta una serie de desventajas. Acabar con ellas también puede acelerar el interés por la educación STEM. De esta forma, reducir el precio de los kits de robótica o incorporarlos de forma masiva en el ecosistema público de educación permitiría el acceso a un mayor número de estudiantes.

Otro de los inconvenientes que tiene la robótica educativa actualmente es la falta de profesionales para su enseñanza. La solución pasa por formar a un mayor número de profesores, ya que una parte importante de ellos carece de la capacitación necesaria para sacar el máximo provecho a los robots educativos.

Si se logran superar estos aspectos, la robótica educativa puede convertirse en un pilar fundamental en la educación STEM y tendremos una oportunidad única de tener estudiantes mejor preparados para afrontar los retos futuros.

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