SDNs y NFV, tecnologías clave en las redes de comunicaciones en la nueva era digital
Por Editorial Vodafone Business
Para entender las ventajas del SDN y qué es exactamente la Virtualización de Funciones de Red (NFV) hay que conocer las diferencias entre ambos términos. A menudo se usan indistintamente, lo cual es incorrecto. Ambos están relacionados y coinciden a medida que las empresas comienzan a usar NFV como parte de sus planes SDN, pero esa unión no es imprescindible en todos los casos.
Las empresas podrían mantener su arquitectura de red actual y cambiar a NFV o podrían implementar un SDN y nunca aprovechar los beneficios de NFV, por lo que es importante comprender qué es cada uno y los beneficios de ambos.
Qué es la red definida por software (SDN)
Las SDN son un nuevo enfoque sobre las redes. Técnicamente, los SDN pueden definirse como la separación de los planos de administración, control y reenvío de datos de las redes. Esta separación de planos tiene un profundo impacto en las redes y permite cosas que nunca antes se habían hecho.
Históricamente, la gestión, el control y el reenvío de datos estaban estrechamente relacionados. Esto significaba que cada dispositivo de red, como un enrutador o un conmutador, debía configurarse de forma independiente, normalmente a través de una interfaz de línea de comando (CLI) críptica, lo que hace que operar una red sea un desafío.
Cada vez que se necesitaba realizar un cambio en la red, incluso uno pequeño, cada dispositivo de esa red tenía que reconfigurarse de forma independiente.
Para redes pequeñas, esto es una pequeña molestia, pero para redes medianas y grandes, la naturaleza manual del trabajo podría llevar las cosas a un rastreo. De hecho, ZK Research realizó un estudio en 2017 y descubrió que en las grandes empresas tomó un promedio de cuatro meses implementar una red de cambios de ancho.
Las SDN desacoplan el control, la gestión y el reenvío de datos y mejoran la seguridad
Al extraer los planos de control y administración del hardware subyacente, se pueden abstraer en una capa de software que es independiente del hardware y se centraliza a través de un controlador. El controlador puede ser un dispositivo físico, virtualizado o implementado en la nube. Este modelo permite a los ingenieros de red realizar un cambio en una GUI, en lugar de utilizar CLI, y luego propagarla por toda la red con un solo clic. Los cambios de red pueden realizarse a la velocidad que requiera la empresa.
Además de la velocidad y la agilidad, otro beneficio de los SDN es la seguridad mejorada mediante microsegmentación.
Las redes tradicionales utilizan LAN Virtuales (VLAN) y Listas de Control de Acceso (ACL) para la segmentación de grano grueso. Los SDN permiten que la red se particione a un nivel mucho más detallado. Además, como la segmentación opera en una red superpuesta, los dispositivos se pueden asignar a segmentos por criterios.
Las SDN habilitan redes programables
Otro beneficio de las SDN es que la red se vuelve programable. Los controladores SDN exponen las API hacia donde los desarrolladores de aplicaciones las puedan usar para interactuar con la red, por lo que las aplicaciones pueden configurarla dinámicamente para reservar ancho de banda, aplicar seguridad o cualquier otra cosa que requieran las aplicaciones. La programabilidad también permite que las redes sean orquestadas mediante el uso de herramientas comunes de orquestación como Chef, Puppet y Ansible. Esto significa que las redes se pueden alinear mejor con las iniciativas de DevOps.
¿Qué es la Virtualización de Funciones de Red (NFV)?
Un SDN es un paso crítico en el camino hacia una red modernizada, pero muchos servicios, como el enrutamiento, la optimización de WAN y la seguridad aún están vinculados al hardware subyacente. Como su nombre sugiere, la virtualización de funciones de red resuelve este problema desacoplando la función de red del hardware, virtualizándola, lo que permite que se ejecute en una máquina virtual en cualquier plataforma de cómputo que elija una empresa.
La NFV es similar a la transición que experimentó la industria de servidores cuando la virtualización de servidores se generalizó.
Las aplicaciones se ejecutaban como cargas de trabajo virtuales en el software, lo que reducía el costo y aumentaba la utilización del hardware. Con la NFV, estos beneficios se pueden aplicar a la red como servicios de red que se ejecutan como cargas de trabajo virtuales.
Si bien existen similitudes entre la virtualización del servidor y el NFV, también hay una gran diferencia. El principal caso de uso para la virtualización de servidores ha sido consolidar servidores en un centro de datos. NFV se puede utilizar en un Data Center, pero su punto fuerte es llevar los servicios de red a otros puntos de la red, incluida la sucursal y la nube, donde no hay ingenieros locales.
Por ejemplo, una empresa que quiere aprovechar la oportunidad de Internet local donde los empleados de las sucursales pueden acceder a los servicios de Internet, como acceder directamente a las aplicaciones SaaS en lugar de pasar por un centro, podría aprovechar la NFV para proteger el tráfico.
SDN en la Era Cloud: El 67% de las empresas han cuantificado los beneficios del despliegue SDN-WAN. SDN-WAN reduce los cortes corrientes en un promedio de 95% y la solución de problemas de WAN cuesta un promedio del 92% menos. Fuente: Gigabit Blog
Cómo evolucionar en paralelo SDN y NFV en su empresa
La adopción de las SDN y la NFV plantea desafíos clave para cualquier organización, ya que es un cambio fundamental en la estrategia de proveedores. Significará pasar de una única estrategia de proveedor a una infraestructura más homogeneizada. Este enfoque requiere que la organización mire cómo asigna el presupuesto de una manera diferente. Por ejemplo, si nos fijamos en un presupuesto de red actual versus un presupuesto de centro de datos de TI, aproximadamente el 70% del presupuesto de la red se gasta en el equipo y el mantenimiento y servicio que lo acompaña. Se gasta muy poco presupuesto en servicios de integración para configurar y poner en funcionamiento la red. Por el contrario, si observa un presupuesto de centro de datos de TI, ese número se invierte. Gasta menos en la compra de equipos y software, pero una cantidad mayor integra los diversos paquetes de software en la red.
Para mover SDN y NFV al espacio de red, la industria necesita encontrar una manera de no replicar el modelo de centro de datos de TI; de lo contrario, la red se volverá más costosa y no más rentable.
Un buen índice para la mayoría de los clientes empresariales que adoptan SDN es cómo de rápido se han movido a la nube. Normalmente, si menos del 20 por ciento del centro de datos de una organización es nativo de la nube y se espera que sea inferior al 50 por ciento durante los próximos tres años, probablemente no haya ninguna razón para pasar a SDN. Sin embargo, si actualmente es un 50 por ciento nativo de la nube con planes de ser el 75 por ciento nativos de la nube en los próximos tres años, entonces realmente la empresa necesita tener una estrategia de SDN.
La importancia del partner de servicios de red en la adopción SDN y NFV
La mayoría de los proveedores de red no están interesados en los estándares abiertos y la interoperabilidad entre los diferentes modelos de la competencia para SDN. Por ejemplo, las soluciones de la mayoría no interactúan entre sí, son muy difíciles de trabajar juntos y no se pueden compartir.
Teniendo una de las redes más grandes del mundo, las SDN y la NFV tienen grandes beneficios operativos para un proveedor de servicios de red como Vodafone. Tanto es así que ha adoptado ambas tecnologías dentro de su propia red, como parte de un programa llamado Vodafone Ocean. La SDN se usa en diferentes áreas, por ejemplo, en servicios de voz básicos. Debido a la tecnología del subsistema multimedia IP (IMS), la compañía puede ofrecer llamadas de voz móviles a través de IP. La compañía ha acumulado una gran cantidad de conocimiento y capacidades, y tiene un gran plan de implementación continua durante los próximos meses, gracias a que monitorea constantemente la red para descubrir los desafíos operacionales y si realmente existen beneficios de casos de negocios en este espacio.
“Vodafone es optimista sobre SDN durante los próximos tres a cinco años, aunque ha sido cauteloso en las inversiones hasta la fecha—asegura Scott Petty, Group Enterprise Technology Director de Vodafone— y es consciente de los desafíos de mover a los clientes en esta dirección, que será impulsada por la tecnología 5G.”
Y es que el 5G tiene componentes clave que realmente no pueden suceder sin SDN y NFV y que incluyen aplicaciones de baja latencia, redes de autocuración y la capacidad de administrar aplicaciones móviles en el borde de la red utilizando una tecnología llamada Network Slicing, utilizada para crear múltiples redes virtuales dedicadas de extremo a extremo.
Nuestro objetivo es construir una sociedad centrada en el progreso socioeconómico. Creemos que la tecnología y la conectividad pueden ayudar a mejorar la vida de millones de personas y empresas. Tenemos el compromiso de hacerlo reduciendo nuestro impacto ambiental y construyendo una sociedad digital inclusiva que respeta nuestro planeta.
Existen pocos sectores que gestionen negocios B2C y que no dependan, en mayor o menor medida, de su presencia en internet, donde el grueso de las transacciones se lleva a cabo a través de sus páginas web o aplicaciones. En algunos, como el e-commerce o los hoteles, esta presencia digital es vital. Los usuarios ya se han acostumbrado a utilizar este canal, en cualquier momento y lugar, sin esperas. Las redes, como la fibra o 5G, son cada vez más rápidas y potentes, pero existen otros factores que pueden ralentizar y arruinar la experiencia de usuario o, en el peor de los casos, sufrir una caída que colapse tus sistemas. Afortunadamente, existen soluciones para evitar ese riesgo.s pacientes antes de que lleguen al hospital.
Cambiar de un servidor propio a servicios cloud es una decisión tecnológica, pero sobre todo es una decisión estratégica. Supone reducir riesgos, escalar fácilmente, ahorrar costes, mejorar la productividad y acceder a tecnologías punteras. Cualquiera con un mínimo de estructura empresarial tiene ya un servidor, con toda probabilidad de acceso remoto y, si son precavidos, a través de VPN. El siguiente paso es adoptar la nube y las empresas que lo entiendan y actúen hoy estarán mejor posicionadas para liderar el mercado mañana.
A partir del 1 de enero de 2026 todos los conductores deberán llevar en sus coches la nueva baliza de señalización de emergencias que sustituye a los actuales triángulos. Si a nivel particular la mayoría lo dejará para el último momento, para las empresas no es algo que pueda improvisarse y exige una toma de decisiones acorde con la responsabilidad tanto del pequeño transportista como de las grandes empresas que gestionan flotas. Más allá de entenderlo como una nueva exigencia, la transición hacia las balizas V16 conectadas debe representar para los profesionales un paso hacia un trabajo en movilidad más segura y eficiente. Para las flotas empresariales, no se trata solo de cumplir con una normativa, sino de liderar con responsabilidad e innovación. Porque, detrás de lo que parece un simple accesorio, hay mucho más que debe tenerse en cuenta.
La protección de la información debe ser una prioridad absoluta para las administraciones públicas. A medida que aumentan los procesos y servicios digitalizados que se proporcionan a los ciudadanos, también lo hace la exposición a sufrir ciberataques.
La protección de la información no solo implica defenderse de ataques externos, sino también establecer protocolos internos robustos que minimicen riesgos y garanticen la integridad, confidencialidad y disponibilidad de los datos. En este contexto, el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) es una pieza fundamental, de obligado cumplimiento, para que las administraciones tengan una eficiente protección de datos.
Una Norma ISO es un estándar internacional desarrollado y publicado por la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés). Estas normas establecen requisitos, especificaciones, directrices o características que se deben seguir para asegurar que productos, servicios y procesos sean seguros, de calidad y eficientes. Aunque las normas ISO son voluntarias en la mayoría de los casos, puede ser una exigencia expresa en determinados contratos con grandes empresas, en sectores como la banca, sanidad o energía, o con la Administración Pública. Es el caso de algunas normativas nacionales de protección de datos o ciberseguridad, que exigen ciertos estándares técnicos, como por ejemplo la ISO 27001 que garantiza la confidencialidad, integridad y seguridad de la información de la empresa. Lo que está claro es que, contar con este tipo de certificación, es una garantía de seguridad para tu negocio u organización y hablará muy bien de ti cuando optes a nuevos clientes o colaboraciones. Si estás pensando en certificarte ISO, una de las maneras más fáciles de conseguirlo es contratando una consultoría especializada.
Los robots ya están a nuestro lado cada día, tanto en casa como en el trabajo. Entendemos por robot una herramienta, ya sea corpórea, o en forma de una voz o un texto que nos responde, con el que interactuamos para realizar tareas conjuntas. Puede ser un chatbot que nos responde al teléfono, un asistente de voz o una compleja maquinaria industrial que acepta comandos de voz. Que cumplan con su cometido de forma rápida, eficaz o segura depende de que nos entiendan. Pero el lenguaje humano es complejo y no siempre cumple estrictamente con las normas de sintaxis, gramática o pronunciación. ¿Podrán los robots captar los matices de una conversación con humanos y "leer entre líneas" lo que realmente se está queriendo decir?
Uno de los pilares de la digitalización de los negocios y los servicios públicos es la denominada nube, o cloud computing que permite acceder a los datos desde cualquier lugar. Algo tan habitual hoy en día como enviar esos datos a la red y recuperarlos después, como hace el correo electrónico, ha evolucionado hasta niveles de funcionalidad tales que permiten la existencia de todo un ecosistema de dispositivos y sensores conectados a Internet de las Cosas, o que esos dispositivos no requieran de un procesador porque toda la computación se realiza en la nube.
Esta transformación radica en la forma en que las empresas almacenan, procesan y analizan datos implica así un aumento exponencial de dispositivos conectados, aplicaciones en tiempo real y demandas de baja latencia, lo que nos permite entender la propia red casi como un dispositivo sin una clara frontera entre los procesos. Eso sería, en pocas palabras, lo que se denomina Edge Computing y que será cada vez más habitual gracias a las características de la red 5G.
La ciberseguridad ya no es una opción y, como todos los expertos alertan, existen dos tipos de empresas: las que han sufrido un ataque y las que lo van a sufrir, o no se han enterado de que lo han tenido. No importa nuestro tamaño o actividad, ya que en muchas ocasiones los ataques se producen como puente a presas mayores. Por eso, contar con una estrategia de detección y respuesta en tiempo real, apoyada por un servicio MDR y tecnologías avanzadas, es esencial para proteger tu empresa hoy mismo. No se trata solo de prevenir, sino de estar preparados para adaptarse y resistir. Porque en ciberseguridad, la mejor defensa es una buena anticipación.
De hecho, la ciberseguridad no puede ser una reacción, sino que debe ser una estrategia proactiva que esté integrada en todo el modelo de negocio, si queremos conservarlo. Además, las amenazas evolucionan constantemente, y los ciberdelincuentes emplean cada vez técnicas más sofisticadas que requieren una vigilancia y actualización de nuestras defensas también continua.
Las empresas se enfrentan de forma creciente a una avalancha de riesgos y de ciberataques que merman su productividad y competitividad. Ante este panorama, y con el objetivo de fortalecer la resiliencia digital, la Unión Europea desarrolló la Directiva NIS2 que entró en vigor el 16 de enero de 2023.
Esta norma sustituye a la Directiva NIS original de 2016 y supone una ampliación del marco regulatorio existente. Su objetivo es ampliar el número de empresas que tienen que cumplir la normativa y establecer requisitos más estrictos y claros para la gestión de los riesgos de ciberseguridad.
España se encuentra ante un punto de inflexión en la gestión del agua. A la presión creciente del cambio climático, las sequías recurrentes y el envejecimiento de las infraestructuras, se suma ahora una oportunidad histórica: el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Ciclo del Agua. Con más de 3.000 millones de euros movilizados, el PERTE ofrece el impulso necesario para digitalizar de forma integral el sector hídrico. Y en el centro de esta transformación se encuentra una tecnología que ya está revolucionando otros sectores: el Internet de las Cosas (IoT).
Los datos hablan por sí solos: un cuarto de las tuberías en España tiene más de 40 años y apenas un 17% ha sido renovado en la última década. Este envejecimiento conlleva fugas, roturas y averías que suponen pérdidas diarias de hasta 38 litros por habitante. En total, más de 695.000 millones de litros de agua se pierden al año, según el INE. Y cada gota cuenta. En paralelo, muchas redes urbanas siguen gestionándose con sistemas analógicos, lo que dificulta una respuesta ágil y basada en datos.
No se trata solo de evitar el despilfarro. La gestión deficiente del agua conlleva costes operativos elevados, sobrecarga energética y una menor resiliencia ante sequías, olas de calor o episodios extremos. Ante este panorama, la digitalización del ciclo del agua ya no es solo una opción: es una necesidad estratégica.
La tecnología háptica, o la capacidad de sentir y tocar en el mundo digital, ha dado un gran paso adelante gracias a un innovador desarrollo en el campo de la realidad virtual (VR) y aumentada (AR). Un equipo de investigación liderado por el profesor Park Jang-Ung del Instituto de Ciencias Básicas (IBS) ha desarrollado una tecnología que promete sensaciones táctiles uniformes y precisas en pantallas transparentes, algo que podría revolucionar la interacción entre los usuarios y los dispositivos inteligentes.
El IoT se ha convertido en una herramienta concreta y rentable que automatiza y realiza procesos a distancia, más allá del mero dispositivo conectado, y transforma datos en conocimiento, ayudando así a la toma de decisiones estratégicas. Las empresas que apuesten por soluciones de análisis IoT no solo mejorarán su eficiencia y rentabilidad, sino que estarán mejor preparadas para anticiparse al futuro y adaptarse a un mercado cada vez más competitivo y digital.
Los datos son, hoy más que nunca, el activo más valioso de cualquier organización. Pero su verdadero poder radica en la capacidad de convertirlos en conocimiento útil para tomar decisiones ágiles, reducir costes y anticiparse al cambio. El Internet de las Cosas y sus soluciones de análisis de datos son la clave para lograrlo. Si aún no has comenzado a utilizar IoT o quieres saber cuál será el siguiente paso, sigue leyendo.
La eficiencia empresarial hoy no se mide solo por la reducción de costes, sino por la capacidad de adaptarse, innovar y escalar rápidamente. Integrar soluciones SaaS en entornos de nube flexible permite a las organizaciones combinar lo mejor del software moderno con infraestructuras tecnológicas altamente adaptables. Para las empresas que desean mantenerse competitivas y preparadas para el futuro, esta combinación no es una opción: es una necesidad estratégica.
De esta forma, los modelos SaaS (Software as a Service) dentro de entornos de nube flexibles, se han consolidado como una estrategia clave para mejorar la eficiencia operativa. Este artículo explora distintos modelos como la Cloud Privada, la Cloud Pública y los servicios profesionales que se acompañan para aplicarlos en el día a día de forma personalizada.