03 de julio de 2025 - Tiempo de lectura 5 min
¿Cómo pueden aprovechar la IA las empresas más analógicas?
La digitalización es clave para la competitividad de cualquier empresa, entre otras cosas porque permite hacer más… con menos. Sin embargo, la tecnología avanza a veces tan rápido que muchas pequeñas y medianas empresas sienten que la inteligencia artificial (IA) es un tren al que solo pueden subirse quienes ya han avanzado mucho en tecnología.
¿Eres una empresa analógica? La IA también es para ti
Si eres de esas empresas, tenemos una buena noticia: la IA no es un destino reservado a las empresas más digitalizadas, sino una herramienta que puede transformar incluso los negocios más tradicionales, desde hoy mismo. La clave está en entender que no es necesario reinventar toda la empresa para comenzar a beneficiarse de la IA, sino dar pasos progresivos y enfocados, aprovechando soluciones accesibles y adaptadas a las necesidades reales de cada pyme.
Entendiendo la IA en 5 minutos
Lo primero es entender qué es la inteligencia artificial, una tecnología que permite a las máquinas realizar tareas que, hasta hace poco, requerían inteligencia humana: analizar datos, entender el lenguaje, reconocer imágenes o tomar decisiones en tiempo real.
Su funcionamiento se basa en el procesamiento de grandes volúmenes de datos y en el aprendizaje automático, es decir, la capacidad de mejorar a medida que “aprende” de la información que recibe.
En la práctica, esto significa que la IA puede identificar patrones, automatizar procesos y ofrecer recomendaciones personalizadas. Por ejemplo, un sistema de IA puede analizar los hábitos de compra de los clientes, prever la demanda de productos o automatizar la gestión de citas - y recordatorios. Todo ello sin necesidad de grandes infraestructuras tecnológicas ni conocimientos avanzados de programación, gracias a herramientas cada vez más intuitivas y asequibles para empresas de cualquier tamaño.
IA: Primeros pasos sin ser un experto
Para una empresa analógica, el primer acercamiento a la IA puede intimidar. Sin embargo, la clave está en identificar una necesidad concreta y buscar una solución sencilla que la resuelva.
Aunque la IA funciona con datos, no es necesario digitalizar toda la empresa de una sola vez, sino lo mínimo imprescindible para que la IA pueda operar (como, por ejemplo, tener una base de datos de clientes o digitalizar la agenda de citas).
Vodafone Business, consciente de las barreras a las que se enfrentan muchas pymes, ha incorporado soluciones como Copilot para Microsoft 365, una herramienta de IA generativa que ayuda en tiempo real a la hora de redactar documentos, organizar reuniones o resumir información relevante. Este tipo de herramientas no requieren conocimientos técnicos avanzados y pueden integrarse fácilmente en el flujo de trabajo diario, multiplicando la productividad y la calidad del trabajo desde el primer día.
El proceso de adopción suele empezar por una pequeña automatización: programar respuestas automáticas a correos electrónicos, usar chatbots para responder a preguntas frecuentes de los clientes o automatizar la generación de informes. Lo importante es que cada avance libera tiempo y recursos, permitiendo que el equipo se centre en tareas de mayor valor añadido.
Ideas de IA para negocios tradicionales
Las posibilidades que ofrece la IA a las empresas tradicionales son tan variadas como los propios sectores.
Así, por ejemplo, un comercio minorista puede usar la IA para analizar el tráfico peatonal y adaptar sus horarios o promociones; una empresa de servicios puede automatizar la gestión de citas y recordatorios; un taller puede optimizar el mantenimiento de maquinaria anticipando averías gracias al análisis predictivo.
Vodafone Business ha presentado decenas de casos de uso reales en sectores tan diversos como la hostelería, la agroalimentación o la salud, demostrando que la IA puede aplicarse en ámbitos tan cotidianos como la atención al cliente, la selección de personal o la gestión de inventarios. Por ejemplo, la integración de asistentes virtuales permite responder consultas - de clientes 24/7, mientras que el análisis de datos ayuda a prever la demanda y evitar roturas de stock.
En el ámbito de las ventas, la IA permite a los equipos comerciales conocer mejor a sus clientes, anticipar sus necesidades y priorizar oportunidades de negocio.
Digitaliza lo mínimo, optimiza al máximo
No todas las empresas necesitan una transformación digital completa desde el principio. De hecho, para muchas pymes analógicas, la opción más eficiente es comenzar por digitalizar un área concreta que provoque cuellos de botella, errores o pérdida de tiempo.
Por ejemplo, implantar un sistema de facturación digital puede reducir drásticamente las tareas manuales y los errores contables. También es posible mejorar la organización del equipo y cumplir con la normativa vigente sustituyendo el control horario en papel por una solución digital sin necesidad de realizar una inversión elevada.
Este tipo de mejoras puntuales tienen un gran impacto: ahorran tiempo, mejoran la productividad y liberan recursos para otras prioridades del negocio. Además, sirven como puerta de entrada para integrar la inteligencia artificial de forma gradual mediante herramientas que automatizan tareas básicas como clasificar correos, redactar respuestas o crear documentos estándar.
La clave está en identificar qué procesos son repetitivos, manuales o propensos a errores, y empezar por ahí, ya que de esta forma se podrá optimizar el proceso y conseguir los objetivos de manera más eficiente.
Las ventajas de aplicar IA desde hoy
Adoptar la IA no es solo una cuestión de modernidad, sino de supervivencia y crecimiento. Las empresas que integran la IA en su día a día experimentan mejoras significativas en eficiencia, reducción de costes y capacidad de adaptación al mercado. Al automatizar tareas rutinarias, se puede dedicar más tiempo a la innovación y al trato directo con el cliente, dos factores clave para diferenciarse en un entorno cada vez más competitivo.
Además, la IA facilita una toma de decisiones más informada, basada en datos y no en intuiciones, lo que reduce riesgos y aumenta la rentabilidad. Es una tecnología que aprende y evoluciona, por lo que cuanto antes se empiece a utilizar, antes se podrán aprovechar sus ventajas y responder a los cambios que, inevitablemente, marcarán el futuro de las empresas.
Pero dar el paso no tiene por qué ser abrumador ni requerir grandes inversiones. En un entorno donde la eficiencia marca la diferencia, apostar por soluciones tecnológicas prácticas y progresivas es la mejor forma de avanzar sin perder la esencia del negocio. Porque incluso las empresas más analógicas pueden beneficiarse de la IA si la aplican con criterio, a su ritmo y donde realmente lo necesitan, confiando en soluciones como las que ofrece Vodafone Business para mejorar tu productividad e impulsar tu negocio.