Una compañía japonesa de investigación espacial, ha desarrollando un proyecto sin precedentes con la pretensión de contribuir al desarrollo de la ciencia: una lluvia de estrellas fugaces creadas artificialmente. Un espectáculo insólito que ha propuesto incorporar a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Estrellas fabricadas por humanos
Sky Canvas, el asombroso proyecto de ALE Co. Es el primero en el mundo que daría como resultado estrellas fugaces hechas por humanos, con un nivel pirotécnico que posibilitaría que fueran visibles a una distancia de hasta 200 kilómetros.
Tal y como explica ALE Co., el proceso de las estrellas fugaces naturales se puede «recrear artificialmente» al enviar un satélite a la órbita con una carga útil de entre 500 y 1.000 gránulos especializados llamados «partículas fuente».
Una vez que las partículas, compuestas por sustancias químicas diseñadas para emitir llamas de varios colores, se descarguen del satélite, viajarían alrededor de la Tierra hasta entrar en la atmósfera y comenzar a arder. Cuando una partícula vuelve a entrar en la atmósfera terrestre, se quema a través de un proceso conocido como emisión de plasma, creando la apariencia de estrellas fugaces vistas desde el suelo.
Descargando al mismo tiempo una cantidad numerosa de partículas, aseguran que pueden crear una lluvia de meteoros.
Ya se han hecho las primeras pruebas de sus partículas fuente en el laboratorio, utilizando una cámara de vacío y gases calientes para simular las condiciones que los pellets encontrarían al volver a entrar en la atmósfera de la Tierra. En estos ensayos, las partículas se queman con una magnitud aparente de -1, lo que debería garantizar que sean claramente visibles en el cielo nocturno, incluso en el horizonte contaminado de una ciudad como Tokio.
La velocidad también facilita que se puedan apreciar. Su estrella fugaz viaja en el cielo más lejos y más lentamente que una estrella fugaz natural, explican.
Entretenimiento y desarrollo científico
Estudiando el camino de las estrellas fugaces artificiales; ángulos de incidencia, velocidad y materiales, esperan poder comprender mejor la mecánica de las estrellas fugaces y los meteoritos que se producen de forma natural.
Los datos recopilados a través de este proyecto serán útiles para predecir el camino de los satélites, a medida que reingresan a la atmósfera de la Tierra, conocer mejor estas partes menos exploradas de la atmósfera y las posibles aplicaciones en la eliminación segura de desechos espaciales. Así confían en contribuir a la comprensión científica en este campo.
La compañía tiene previsto lanzar su primer prototipo cargado de estrellas en los próximos meses y esperan que en 2018 se pueda comprobar que los meteoritos creados por humanos son realmente efectivos y una realidad.
Varias empresas ya se han unido al proyecto como socios y patrocinadores para formar parte de este desafío de lanzar estrellas fugaces artificiales y unir a personas de todo el mundo para presenciar el espectáculo; probablemente en Tokio 2020.
Los globos con los que haremos turismo espacial
José Mariano López-Urdiales, ingeniero aeronáutico y con experiencia en Boeing Phanton y la ESA, es el fundador de Zero2Infinity. Una empresa que busca construir un futuro brillante, en el que el acceso al espacio resulte frecuente, viable económicamente, seguro y accesible para todo el mundo.
López-Urdiales ya había publicado, en el año 2009, varios artículos en los que hablaba de las posibilidades que ofrecían los globos estratosféricos como vía alternativa a los métodos convencionales para acceder al espacio. Él está convencido de que el turismo espacial, es uno de los campos que más se van a desarrollar en los próximos años. Y cree que una de las claves está en no tratar de imponer nuestra tecnología a la naturaleza, sino tratar de entenderla para conseguir nuestros objetivos.
Las aplicaciones comerciales que pueden tener estos globos son muy amplias: pruebas de tecnología en el espacio, acciones de marketing, misiones científicas o educativas, lanzamiento de pequeños satélites. Michael López-Alegría, astronauta español y asesor de Zero2Infinity, coincide con López-Urdiales en que la utilización de globos para alcanzar el espacio es una solución brillante.
Nuestro objetivo es construir una sociedad centrada en el progreso socioeconómico. Creemos que la tecnología y la conectividad pueden ayudar a mejorar la vida de millones de personas y empresas. Tenemos el compromiso de hacerlo reduciendo nuestro impacto ambiental y construyendo una sociedad digital inclusiva que respeta nuestro planeta.
Los datos son fundamentales para el funcionamiento de cualquier empresa o administración pública, pero entre todos ellos, hay algunos que son mucho más críticos y que necesitan una mayor protección. Este es el caso del historial clínico digital, que contiene información íntima y sensible de cada paciente y cuya filtración podría tener graves consecuencias si cayera en manos de ciberdelincuentes. Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), un historial médico puede alcanzar en el mercado negro valores que van desde los 30 hasta los 1.000 dólares, cifras muy superiores a las de otros datos personales, lo que explica que el sector de la salud sea uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes.
Además, la creciente digitalización del sector sanitario, impulsada por la telemedicina, los dispositivos médicos conectados (IoMT) y las plataformas de gestión en la nube, ha ampliado la superficie de ataque, por lo que es aún más urgente reforzar las medidas de ciberseguridad en este ámbito.
La digitalización comenzó como una serie de tecnologías añadidas a las diferentes industrias, a modo de nuevas herramientas que facilitaban algunas tareas, y hoy se ha convertido en el core de casi cualquier modelo de negocio. Es más, la digitalización ha dado forma a nuevos modelos de negocio que sin ella no hubieran sido posibles. Es por eso que va quedando obsoleto el concepto de Transformación Digital para hablar hoy de uso de tecnologías conectadas habilitadoras de negocio. Y con el despliegue definitivo de la red 5G y el desarrollo exponencial de la Inteligencia Artificial, podemos decir que el futuro ya llegó. ¿En qué punto de esa transformación se encuentra tu empresa? ¿Cómo está aprovechando todas esas oportunidades tu negocio? Te invitamos a explorar algunas de las principales, que a buen seguro te inspirarán para dar el siguiente paso.
En la actualidad, el valor de una empresa no radica únicamente en su cuenta de resultados, sino en toda su infraestructura tecnológica y en los datos que posee por lo que proteger la información, las aplicaciones y los sistemas es cada vez más importante tanto para las empresas como para las administraciones públicas.
En este contexto, el análisis de vulnerabilidades debe ser una pieza vital en el engranaje de la ciberseguridad de una empresa. Y es que, estamos en un escenario en el que la dependencia tecnológica afecta directamente a todos los procesos empresariales por lo que es imprescindible identificar y corregir las debilidades del conjunto de aplicaciones, servicios y datos antes de que sean aprovechadas por los ciberdelincuentes.
El agua es, sin duda, el recurso más crítico del siglo XXI. Según la ONU, para 2030 la demanda mundial de agua superará en un 40% la disponibilidad actual. En España, a las consecuencias de la crisis climática global se suman los efectos del aumento de la demanda de todo tipo de industrias en constante desarrollo, muy especialmente los sectores turístico y agropecuario. La sequía estructural y recurrente en nuestro país y la presión industrial sobre los ecosistemas acuáticos amenazan la sostenibilidad de sectores clave. En este contexto es evidente que las empresas no pueden permanecer al margen y que la gestión eficiente de la huella hídrica se ha convertido en una prioridad estratégica, no solo ambiental, sino también económica y reputacional. En estas líneas me gustaría compartir contigo mi visión sobre cómo la tecnología puede ser tu mejor aliada en la gestión responsable del ciclo del agua para tu empresa.
A menudo se dice que los usuarios son el eslabón más débil de la cadena de protección y defensa de los activos de una empresa. Año tras año, los diferentes estudios señalan que el error humano es la principal vulnerabilidad: la mitad de los CISOs y responsables de ciberseguridad considera que las personas son su mayor riesgo (Proofpoint, 2025). Ante esta situación invertir en formación en ciberseguridad de los empleados debe convertirse en una de las máximas prioridades de cualquier empresa.
En comparación con el coste, que supone afrontar un ciberataque exitoso, la inversión en formación en ciberseguridad de los empleados es mínima: enseñar a un empleado a distinguir un ataque de phishing o instar a que utilice contraseñas robustas apenas supondrá un gasto mínimo y permitirá proteger de forma más eficiente los activos digitales de la empresa.
La digitalización ha dejado de ser una ventaja competitiva para convertirse en un imperativo si quieres sobrevivir. Las empresas que integran soluciones en ciberseguridad, conectividad, cloud, IoT e inteligencia artificial no solo ganan en eficiencia y resiliencia, también demuestran una cultura orientada al futuro. Evolucionar en lo digital ya no es una opción: es la única vía para mantener la relevancia en un mercado que cambia a velocidad exponencial, pero requiere de un enfoque estratégico que vamos a desgranar en este artículo
El sector agrícola español está en pleno crecimiento y en 2023/2024 aumentó la producción hasta los 65.513 millones de euros y cerca de 770.000 personas empleadas. España es un gran productor de alimentos en la UE, con más de 23 millones de hectáreas de superficie agraria útil y una fuerte presencia en productos como el aceite de oliva. Sin embargo, según el MAPA, el sector enfrenta desafíos como la disminución en el número de explotaciones y un estancamiento de la productividad en comparación con otros países europeos. A estos retos, hay que añadir otro asociado a la crisis climática: la escasez de agua.
Imagina un futuro donde la pantalla de tu teléfono no solo te muestra información, sino que también la sientes. Un equipo de científicos informáticos de la Universidad de Bath (Reino Unido) ha dado un paso significativo hacia este futuro con el desarrollo de una pantalla táctil revolucionaria que se deforma bajo la presión de los dedos del usuario, volviéndose más suave o rígida en respuesta a la fuerza aplicada. Este prototipo, al que han llamado DeformIO, está aún en etapas tempranas, pero promete cambiar radicalmente la forma en que interactuamos con la tecnología digital en una amplia gama de aplicaciones.
La mayoría de las operaciones empresariales ya están digitalizadas debido a los enormes beneficios que aporta el uso de la tecnología. Sin embargo, las empresas no pueden obviar los riesgos que esta digitalización supone.
Un riesgo que no solo se mide en términos de mercado, competencia o inversión: la exposición a las amenazas digitales es una constante que desafía la estabilidad de las compañías, no solo por la posibilidad de sufrir un ciberataque, sino por la magnitud que puede alcanzar una interrupción operativa en un entorno hiperconectado.
Para las grandes empresas, el concepto de ciberresiliencia ha pasado de ser un término técnico a una condición indispensable para garantizar su continuidad y preservar la confianza de clientes, empleados y socios estratégicos.
La red móvil 5G llega ya prácticamente a todas partes, aproximadamente al 96% de la población y el 80% en zonas rurales, según datos del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, y su impacto se está notando especialmente en el mundo empresarial y sus aplicaciones industriales. Muchas de ellas, aunque son auténticas revoluciones, son también grandes desconocidas. En este artículo vamos a contarte algunas de ellas y tratar de inspirarte para que encuentres la aplicación que impulse tu modelo de negocio o encuentres uno nuevo.
La información, convertida en datos, es la esencia de cualquier modelo de negocio, su gasolina para funcionar cada día. Con una diferencia respecto a otros combustibles: se regeneran y crecen cuanto más se utilizan. Desde el know-how hasta el listado de clientes, las características de cada producto, los consumos energéticos o de insumos, el rendimiento de cada equipamiento o maquinaria y, por supuesto, todo lo relativo a las ventas de una compañía. Todo son datos y hoy, gracias a los sensores IoT, todo objeto puede generarlos de forma inmediata e infinita.
En la actualidad, la información es poder y su ingente cantidad y complejidad hacen inviable que se gestione solo en archivos físicos o de forma intuitiva. Si combinamos la capacidad de almacenamiento de millones de datos en la nube y su procesamiento con algoritmos e inteligencia artificial, podemos convertir cada dato en una mina de oro para nuestro negocio y tomar decisiones con más información que nunca. Esa combinación es lo que se conoce como inteligencia de negocio o business intelligence.
La energía es probablemente el factor que más determinará la economía y cualquier sector productivo en los próximos años, no solo por la dependencia de sus fuentes, afectadas por todo tipo de cuestiones geoestratégicas, sino también por la necesidad de conciliar el aumento exponencial de su consumo. Más allá de las cuestiones económicas, el creciente desarrollo tecnológico y la digitalización de todos los países y sectores deben compatibilizarse con la protección del medioambiente y los efectos de esa mayor demanda de energía en la crisis climática. En pocas palabras, necesitamos cada vez más energía y, ante los efectos de su consumo, es imprescindible optimizar al máximo tanto su generación como su uso.
Integrar los criterios ESG en la estrategia empresarial no es una opción, sino una necesidad para asegurar la competitividad, el cumplimiento regulatorio y responder a las demandas de generación de impacto positivo en la sociedad. Al alinear tu negocio con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tu empresa no solo contribuye al bienestar global, sino que también construye las bases de un crecimiento sólido y duradero.