17 de octubre de 2024 - Tiempo de lectura 5 min

El desarrollo de un ecosistema interno de innovación continua no es, sin embargo, una tarea sencilla puesto que requiere de llevar a cabo cambios sustanciales para crear un entorno que fomente el aprendizaje continuo por parte de todos los miembros de la organización que permita que la innovación se convierta en un elemento relevante de la estrategia empresarial.

La burocracia como freno

Uno de los hándicaps que frenan la agilidad y la creatividad en las grandes empresas es el exceso de burocracia. Si se quieren incorporar soluciones integrales que beneficien a la empresa es necesario eliminar esos procesos tediosos y burocráticos que les permitan ganar en agilidad. El objetivo debe ser que la innovación empiece a formar parte de la cultura corporativa. Con ello, se mejorará la satisfacción del cliente, se podrán ejecutar procesos más eficientes y se reducirán buena parte de los costes operativos. Asimismo, al desarrollar un entorno de trabajo más dinámico, se favorecerá la atracción y retención del talento.

Creando un ecosistema innovador

Hasta no hace mucho, las grandes empresas caían en el error de que incorporando las últimas y más avanzadas soluciones informáticas se podría competir de forma más efectiva en el mercado. El problema es que muchas de esas herramientas no estaban diseñadas para cumplir con el propósito que tenían las grandes corporaciones. Por ello, antes de emprender una evolución hacia una cultura de la innovación es necesario desarrollar una hoja de ruta para que ésta sea exitosa. Las empresas que mejor definan esa estrategia y que incorporen soluciones informáticas que permitan la gestión de los procesos de innovación son las que tendrán unos resultados más óptimos.

Para crear este ecosistema en el que la innovación sea el centro, es necesario cambiar, en muchos casos, la forma en la que se trabaja. Para ello es conveniente adoptar el modelo de las startups  que, al ser en general más pequeñas y ágiles, tienen embebida la cultura de la innovación desde el mismo momento en el que nacieron. En este sentido, es importante que las grandes corporaciones creen equipos multidisciplinares. Con ello, se fomenta la colaboración entre los diferentes departamentos posibilitando que se generen ideas que acaben traduciéndose en el desarrollo de todo tipo de soluciones integrales. generar ideas diversas. La creación de espacios, tanto físicos como virtuales, jugará un papel importante para que los empleados puedan colaborar entre ellos.

Cambiar metodologías

Uno de los problemas que tienen las grandes compañías es la dificultad de cambiar las metodologías y las formas de trabajar. El riesgo de mantenerlas es que el empleado va a centrarse en desarrollar tareas monótonas que se traducirá en un lastre para la productividad de la organización.  Establecer una cultura de innovación permitirá que los trabajadores se encuentren en un entorno aprendizaje continuo que les permitirá adquirir nuevas habilidades y conocimientos. Con ello, se producirá una retención del talento, se crearán productos y soluciones integrales que favorecerá no solo la satisfacción de los empleados, sino también mejorará la reputación de la empresa de cara al cliente.

Los costes de implementar una cultura de la innovación

Cambiar las metodologías o incorporar soluciones integrales que permitan a las empresas abordar problemas complejos de manera holística, puede llevar consigo un incremento de los costes tanto si hablamos en términos de recursos financieros como de tiempo y esfuerzo. Sin embargo, es conveniente ver esos gastos iniciales como una inversión ya que pueden recuperarse de forma relativamente rápida puesto que los beneficios que se obtendrán van a compensar esos costes.

El establecimiento de una cultura de la innovación exitosa va a repercutir de forma directa en  la satisfacción y retención de empleados lo que va a reducir los costes (tanto financieros como de recursos) asociados a la rotación de personal y la contratación. Asimismo, la cultura de la innovación redundará en el desarrollo de nuevos productos y servicios que mejorarán la satisfacción de los clientes y se traducirá en un incremento de las ventas. Todo ello, hará que la inversión inicial sea pequeña en comparación a los beneficios obtenidos.

Cómo te puede ayudar Vodafone

A pesar de la dificultad que puede entrañar la incorporación de una cultura de la innovación, la tecnología puede ayudar a que ésta sea menor. La incorporación de distintas soluciones informáticas como plataformas de colaboración que permitan a los empleados compartir ideas y colaborar de manera efectiva independientemente de dónde se encuentren impactará de forma positiva en los trabajadores y beneficiará a la empresa. Y desde Vodafone, te acompañamos de principio a fin en la implantación de cualquier solución de negocio.

Asimismo, el uso de soluciones integrales de analítica de datos permite identificar dónde se encuentran las oportunidades para mejorar en la cultura de la innovación. En este aspecto la implementación de soluciones informáticas de automatización permitirá liberar a los empleados de la realización de tareas tediosas y monótonas para que se puedan concentrar en labores más productivas que generen un avance en la innovación de la empresa.

Por otra parte, el establecimiento de una cultura de la innovación depende en buena medida de que se ejecuten procesos formativos de forma constante. Implementar soluciones informáticas de e-learning permite que los trabajadores tengan acceso a cursos y recursos con los que adquirir nuevas habilidades y conocimientos. Con ello se fomenta una cultura de aprendizaje continuo y experimentación que redundará en el desarrollo de ideas creativas e innovadoras y mejorará la productividad de los empleados.