Compatibilidad entre Inteligencia Artificial y Emocional
Por Editorial Vodafone Business
Allá por 2005, en los albores de la Inteligencia Artificial, el especialista Nils J. Nilson reclamaba seriedad a la hora de aplicar el calificativo humano al comportamiento de una máquina. Con el título Human-Level Artificial Inteligence: Be Serious! desgranaba las limitaciones y retos a superar en el desarrollo de robots inteligentes. Claro que, por entonces, también se preguntaba qué tipo de tareas podían realizar las máquinas sustituyendo a los humanos y prácticamente se limitaba a funciones susceptibles de ser automatizadas y cuya capacidad de aprendizaje y respuesta se ajustara a un patrón.
La capacidad de aprender es sin duda un rasgo de inteligencia, pero no necesariamente exclusivo de los humanos. En su estudio, publicado por la revista AI Magazine, habla incluso del método de premio y castigo más allá del ensayo y error, así como de otras actitudes semi humanas necesarias para lograr máquinas que nos suplanten. Metas que suponía posiblemente inalcanzables como sistemas sensomotrices, al principio torpes como los de un niño especula Nilson, pero sobre todo habilidades abstractas como la capacidad de jerarquizar, dotes de percepción, representación y toma de decisiones: “The core system should have the means to represent abstraction hierarchies of relational models (using a vocabulary of basic and learned perceptual predicates) and hierarchies of motor routines.» —es decir— «El sistema central debería ser capaz de representar jerarquías abstractas y modelos relacionales usando un vocabulario básico y frases aprendidas, así como jerarquizar rutinas». Es por tanto en la posibilidad de utilizar de forma inteligente el lenguaje en donde sitúa la frontera entre inteligencia Artificial y nivel Humano.
“Linguistic abilities will be needed for several purposes: for communication among habile agents, for communication with humans, for learning by reading, and (perhaps) for internal representation and reasoning. And, of course, for taking the courses and the exams!” Nils J. Nilson
[Las habilidades lingüísticas serán necesarias para diversos propósitos como la comunicación entre agentes implicados, con humanos, para aprender y leer y (tal vez) para razonamiento y representación interna. Y, por supuesto, ¡para estudiar y examinarse!]
De hecho, ya en 1950 Alan Turing afirmó que era demasiado difícil de definir el pensamiento en una máquina. En su lugar, propuso lo que ha dado en llamarse la “Prueba de Turing«. Para pasar la prueba, una máquina debe ser capaz, para convencer a los participantes humanos, de mantener una puesta en escena con diálogos anónimos al comunicarse con un ser humano en lugar de con una máquina. Muchos especialistas dudan de que la prueba de Turing constituya un criterio apropiado o útil para calificar como humana el nivel de AI.
Diez años después de ese artículo, los robots conviven con nosotros no sólo en la industria 4.0 sino en forma de apps que nos hacen la vida más fácil desde un simple dispositivo personal, desde un aspirador a un weareable. Y en un entorno en el que cualquier usuario puede interactuar con una máquina, el caso de Siri, el famoso asistente de Apple es un paradigma. ¿Qué es lo que falta para considerar humana la inteligencia artificial? Probablemente, la empatía.
EL PROCESO INVERSO: CÓMO LA TECNOLOGÍA NOS HACE MEJORES HUMANOS
Mientras investigamos para dotar a las máquinas de sentimientos humanos capaces de conseguir inteligencia emocional artificial, la tecnología con capacidad de pensar y tomar decisiones por nosotros puede ayudarnos a minimizar graves problemas sociales casi sin darnos cuenta. Matthew Zeiler, fundador de una compañía dedicada a desarrollos AI, describía recientemente algunos de ellos. Gracias a las posibilidades de reconocimiento de imágenes en los robots online, se pueden filtrar las no apropiadas como aquellas de carácter pornográfico que representen una forma de acoso y agresión sexual. Lo mismo que puede servir para combatir los sesgos discriminatorios por razones de raza, religión o aspecto físico. Robots inteligentes son usados para detectar armas, artículos robados, drogas o especies exóticas en el mercado negro de internet. Aunque, claro está y así concluye el autor su reflexión, en última instancia los robots habrán aprendido de las instrucciones ordenadas por la persona que los creó, y estarán sujetos a su ética.
DEL SÚPER HOMBRE A LA SÚPER MÁQUINA: CUESTIÓN DE ÉTICA.
En el momento en que logremos máquinas capaces de pensar, sentir y reaccionar como seres humanos, pero con la infalibilidad de un robot, estaremos ante la creación de una súper inteligencia que planteará debates éticos más allá de las famosas leyes de la robótica de Asimov.
Nick Bostrom, profesor de filosofía en la Universidad de Oxford, plantea la siguiente cuestión : Dado que la super-inteligencia puede llegar a ser imparable y de gran alcance, debido a su superioridad intelectual y las tecnologías que podría desarrollar, es crucial que se le facilite motivaciones humanas.
Un súper inteligencia es cualquier intelecto que supera ampliamente los mejores cerebros humanos en prácticamente todos los campos, incluyendo la creación científica, la sabiduría en general, y las habilidades sociales. Esta definición deja abierta cómo se implementa la Súper Inteligencia Artificial: podría estar en un solo ordenador, un conjunto de ordenadores conectados en red, los tejidos corticales cultivadas, o como sucede en el Big Data, con la Open Innovation de la sociedad colaborativa. En 2003, cuando el entorno social digital era una quimera, el profesor Bostrom imaginaba todo tipo de aplicaciones para esta inteligencia superior como ordenadores más potentes, la eliminación de enfermedades y envejecimiento o realidad virtual realista. Pero también alertaba sobre algunas consecuencias negativas, como la posibilidad de que estos entes se reproduzcan por su cuenta y decidan no servir a los humanos, puesto que no necesariamente sus mentes serían similares a las humanas. Programarlas para que no se vean afectadas por las consecuencias negativas de un exceso de empatía a la hora de tener que tomar una decisión drástica en medio de una operación quirúrgica, o por el contrario, evitar que puedan tener sentimientos negativos aprendidos supone tomar conciencia de que humanizar la tecnología requiere un planteamiento serio en cuestiones éticas.
Sin embargo, en la medida en que la ética es una actividad cognitiva, una súper inteligencia podría hacerlo mejor que los pensadores humanos. Esto significa que las preguntas sobre la ética, en la medida en que tienen respuestas correctas que pueden ser alcanzadas por el razonamiento y la ponderación de las pruebas, podrían ser respondidas con mayor precisión por un robot que por los seres humanos. Lo mismo vale para las cuestiones de política y planificación a largo plazo; cuando se trata de entender qué políticas conducirían a qué resultados ¿sería más eficaz en la consecución de los objetivos propuestos, una súper-inteligencia?
Ignoramos hasta qué punto las máquinas formarán parte de nuestras vidas en una relación igualitaria, lo que está claro es que cada vez nuestra interacción con ellas es menos fría y que poco a poco estamos enseñándolas a entendernos e incluso, como ocurre con el bebé foca robot Nuka, ayudan a mejorar su capacidad de relación y comunicación a los humanos autistas.
Nuestro objetivo es construir una sociedad centrada en el progreso socioeconómico. Creemos que la tecnología y la conectividad pueden ayudar a mejorar la vida de millones de personas y empresas. Tenemos el compromiso de hacerlo reduciendo nuestro impacto ambiental y construyendo una sociedad digital inclusiva que respeta nuestro planeta.
El control horario es obligatorio en España desde la aprobación del Real Decreto-ley 8/2019 y entró plenamente en vigor en 2025 con una actualización. De esta forma, todas las empresas deben llevar un registro diario de la jornada laboral en el que se especifique el horario de inicio y fin de cada trabajador, sin importar su modalidad de trabajo, ya sea presencial, remoto, parcial, etc.
Aunque el registro de entrada y salida de los trabajadores a sus puestos no es nada nuevo, sí lo es la nueva realidad de muchos de esos trabajadores que ya no entran y salen de una oficina física, sino virtual, trabajando desde su casa o cualquier otro lugar en remoto, sin horarios estrictos. Entre esos cambios culturales en la empresa, ya no se trata tanto de puntualidad como de evitar abusos laborales o fraudes en las horas extras. Así, los viejos métodos, como relojes que marcan tarjetas o las hojas de firma, ya no son válidas y requieren su actualización a los nuevos tiempos.
Estamos acostumbrados a navegar por internet sin interrupciones y a gran velocidad y, cuando no es así, abandonamos el sitio sin esperar si tarda más de 3 segundos. Si tu web es lenta, no solo afectará a la experiencia de usuario y se irá sin que cumpla su objetivo, afectando a las conversiones, también repercutirá en el posicionamiento SEO y en la reputación de la marca. Por eso optimizar el rendimiento web es ya una cuestión estratégica para la que hay soluciones específicas.
En un mundo donde incluso unos minutos de caída pueden traducirse en pérdidas millonarias, garantizar la disponibilidad de los servicios online ya no es una opción, sino una necesidad crítica. Existen muchas razones por las que pueden verse interrumpidos los servicios online de una organización. Teniendo en cuenta que prácticamente ningún sector o tipo de actividad está hoy sin digitalizar y que las comunicaciones y los datos son esenciales para la supervivencia, las interrupciones pueden generar grandes pérdidas económicas y afectar la reputación de una compañía o institución.
En este contexto, la computación en la nube (cloud computing) juega un papel fundamental para garantizar la disponibilidad y resiliencia de los servicios online. Esta nube está igualmente presente en el día a día de la inmensa mayoría de usuarios que, por ejemplo, utilizan correo electrónico no corporativo, o sube sus fotos a una red social y quedan allí almacenadas sin ocupar espacio de memoria. A nivel corporativo, con las consecuentes medidas de seguridad y capacidad de personalización de estos servicios conectados a la nube, son la mejor garantía de que su actividad va a estar siempre disponible. Dada la complejidad de las necesidades de cada organización, también existen diferentes opciones de utilizar el cloud según los casos. La principal diferenciación la encontramos entre el uso de nubes públicas o nubes privadas.
Una nueva amenaza seria a nuestros sistemas de seguridad actuales. ¿Cómo podemos proteger nuestros datos en un mundo donde las leyes de la física cuántica podrían romper nuestros sistemas de cifrado más robustos? La respuesta podría estar en los avances en la criptografía también cuántica.
La ciberseguridad ha trascendido el ámbito puramente técnico para consolidarse como un pilar estratégico en cualquier organización moderna. Las amenazas digitales han experimentado un crecimiento exponencial tanto en sofisticación como en volumen, dejando obsoletas las aproximaciones tradicionales a la seguridad.
A medida que una organización amplía su infraestructura digital, también crece su exposición a las ciberamenazas. El Pentesting, o prueba de penetración, permite detectar de manera proactiva vulnerabilidades antes de que sean explotadas por actores malintencionados. Se trata de una auditoría técnica con un enfoque ofensivo.
El pasado 2 de abril se celebró el 4º Congreso de Ciberseguridad de Andalucía en Málaga, organizado por la Agencia Digital de Andalucía a través del Centro de Ciberseguridad de Andalucía (CIAN). Allí cada experto aportó su visión de cómo están las cosas en este terreno y en especial en el sector sanitario. Pasados unos días, nos gustaría profundizar un poco más en la visión sobre la importancia de la ciberseguridad como escudo inmunológico del sector salud, que es como se titulaba la ponencia presentada en dicho foro por Iván Portillo, Responsable de Inteligencia y Defensa en Cybersecurity Business Unit de Vodafone Business.
El símil farmacológico tenía todo el sentido, más allá de jugar con las palabras, ya que al igual que hacemos con una enfermedad o patología clínica que nos perjudica la salud física, en términos digitales los ataques que sufrimos no solo son prevenibles como hacemos con las vacunas, reforzando nuestras defensas para hacernos inmunes, sino que también requiere de un tratamiento posterior que nos recupere y elimine el contagio al resto de nuestro organismo o se propague a otros.
Hace poco escribí un artículo relacionado con la forma en la que desde Vodafone reinventamos las Comunicaciones Unificadas y hoy le toca el turno a una historia de pioneros del puesto de trabajo en movilidad.
Con cada tecnología de Telecomunicaciones que aparece cada 5 años, se produce una conversación recurrente en los operadores: ¿Cuál será la “Killer Application” de esta nueva tecnología? Cada uno podemos tener nuestra propia opinión, y ahí va la mía.
Las oficinas y lugares de trabajo son cada vez más digitales: el papel y los cables han dado paso a una operativa más ágil y basada en la movilidad. Las comunicaciones, tanto internas como externas, se realizan mayoritariamente a través de dispositivos móviles que comparten red con sensores, equipos y objetos conectados gracias a Internet de las Cosas (IoT). Aunque la red 5G sigue ampliando su cobertura, aún existen zonas donde la señal móvil no alcanza el rendimiento deseado por limitaciones técnicas o de infraestructura. En estos casos, una alternativa eficaz es utilizar el WiFi también como red de comunicaciones para voz, complementándose con tecnologías como NarrowBand-IoT, ideales para conectar dispositivos en ubicaciones remotas. Te contamos cómo.
Presumir de ser líderes en IoT está bien, pero que te lo reconozca una consultoría independiente es aún mejor. Y eso es lo que estamos orgullosos de anunciar, por undécimo año consecutivo, encabezando el ranking del prestigioso informe anual Gartner Magic Quadrant.
Un nuevo método basado en la bioquímica ayudará a proteger las contraseñas de las computadoras cuánticas. La tecnología, basada en una prueba molecular, permitirá también demostrar la autenticidad de las obras de arte. ¿Estamos ante la prueba de seguridad informática definitiva?
Con el desarrollo de la computación cuántica, los expertos en seguridad temen la amenaza del Q-Day, el día en que las computadoras cuánticas alcanzarán un poder tal que podrán descifrar las contraseñas actuales. Estos expertos en ciberseguridad creen que, al llegar ese momento, aunque algunos estiman que pasarán menos de diez años hasta que se materialice esta preocupación, las comprobaciones de contraseñas, fundamentadas en funciones criptográficas unidireccionales, podrían quedar obsoletas ante el avance de la computación cuántica, capaz de invertir fácilmente estos cálculos. Por otro lado, la alternativa consistente en utilización de datos biométricos no siempre es posible y también genera recelos en cuanto a privacidad.
Es la eterna promesa o asignatura pendiente de la tecnología. Más allá de los videojuegos, y el todavía incipiente Metaverso, la Realidad Virtual aún no está suficientemente implantada en forma de aplicaciones y herramientas que podamos considerar mainstream. Y eso, a pesar de que el nivel de calidad alcanzado con la generación de imágenes asistidas por Inteligencia Artificial ha logrado un realismo que roza la perfección, y la red 5G permite que sea posible usarla sin los fallos de latencia que perjudicaban la experiencia del usuario. Una latencia que no solo permite la interacción en tiempo “realmente real” para responder a cualquier orden o comando que requiera la app, sino eliminar el famoso vértigo o mareo producido por la diferencia de velocidad entre la imagen y la percepción a través del ojo y el cerebro.
He tenido la suerte de colaborar en varias ocasiones con organismos relacionados con el sector público en áreas de Inteligencia y creo que estaría bien que los departamentos de Ciberseguridad se llamaran también así, de Inteligencia, como en las películas de espías. De esta forma, puede que muchos que hoy creen que proteger sus activos digitales consiste solo en disponer de cortafuegos o antivirus se dieran cuenta de que lo que está en juego es algo mucho mayor y que con frecuencia el ataque que recibe su empresa es solo una batalla dentro de una guerra mayor, prácticamente global. A veces, nuestra empresa es solo una estación de paso hasta otros objetivos mayores, otras, somos el premio deseado por unos delincuentes profesionales que saben hacer muy bien su trabajo. Por eso es esencial que nosotros también lo seamos y pongamos la ciberseguridad en el centro de nuestro negocio.