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04 de diciembre de 2023 - Tiempo de lectura 3 min

Sostenibilidad empresarial: estrategias clave para reducir la huella de carbono

La sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible se han convertido en imperativos para las empresas, que cada vez más se comprometen con los propósitos establecidos en la Agenda 2030. Para abordar esta necesidad de reducir la contaminación derivada de sus actividades, las empresas deben convertirse en agentes activos del cambio, implementando estrategias que pongan un precio a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) generadas por su operación. A continuación, presentamos las claves para que las empresas disminuyan significativamente su huella de carbono.

1. Conocer para mejorar: evaluar la huella de carbono

Según el último informe de la CEOE sobre la sostenibilidad en las empresas españolas, el 80% de las compañías no están registrando su huella de carbono. Por eso, antes de implementar cualquier estrategia, es fundamental que las empresas realicen una evaluación detallada. Este análisis exhaustivo no solo identifica las áreas de mayor impacto, sino que también sienta las bases para establecer objetivos realistas y medibles. Comprender la magnitud de las emisiones es el primer paso para reducirlas de manera efectiva.

2. Transición hacia las renovables

La adopción de fuentes de energía renovable se presenta como uno de los pilares fundamentales para reducir la huella de carbono. Al invertir en tecnologías sostenibles, como la solar o la eólica, las empresas no solo disminuyen su impacto ambiental, sino que también pueden beneficiarse económicamente a largo plazo, reduciendo costes operativos y mejorando su reputación.

3. Eficiencia energética, clave de ahorro

La eficiencia energética se erige como un componente esencial de cualquier estrategia de sostenibilidad. Desde la implementación de tecnologías más eficientes hasta la concienciación del personal, las empresas pueden optimizar su consumo energético, disminuyendo así su contribución a las emisiones de CO2. La inversión en infraestructuras y procesos más eficientes no solo es amigable con el medio ambiente, sino que también puede generar ahorros significativos a largo plazo.
Además, las tecnologías pueden acompañarnos en esa transición. El IoT y las redes 0G son dos herramientas baratas y útiles para controlar los consumos.  La conexión 0G se vincula con IoT ya que es una opción viable para dispositivos de bajo consumo que no requieren velocidades de datos muy altas, la elección de 0G para ciertos dispositivos IoT se basa en la eficiencia energética y la capacidad de proporcionar conectividad en áreas remotas. Al integrar sensores y dispositivos conectados en entornos energéticos, las organizaciones pueden obtener una visibilidad sin precedentes sobre el consumo y la distribución de energía. Esta conectividad inteligente no solo permite una supervisión en tiempo real, sino que también posibilita la toma de decisiones informadas. Desde la optimización de la carga hasta la identificación de áreas de derroche, la sinergia entre IoT y gestión energética no solo promueve la eficiencia operativa, sino que también allana el camino hacia un futuro sostenible, donde cada vatio se utiliza con precisión y cada recurso se gestiona con responsabilidad medioambiental.

4. Contribuir a la neutralidad climática

Aquellas emisiones que resulta difícil eliminar completamente pueden compensarse a través de proyectos de compensación de carbono. Invertir en iniciativas que absorban o reduzcan emisiones equivalentes a las generadas permite a las empresas alcanzar la neutralidad climática. Esto no solo es una estrategia responsable, sino que también puede generar beneficios adicionales, como asociaciones positivas con proyectos medioambientales.

5Crear una cadena de suministro sostenible, una necesidad

La sostenibilidad no se limita a las operaciones internas de una empresa; se extiende a toda su cadena de suministro. Fomentar prácticas sostenibles entre los proveedores y colaboradores es crucial para reducir la huella de carbono de manera integral. Establecer criterios ambientales en la selección de proveedores y promover prácticas responsables puede tener un impacto significativo a lo largo de la cadena de valor.

En última instancia, la sostenibilidad empresarial va más allá de cumplir con regulaciones; es un compromiso con la construcción de un futuro sostenible para todos. Al adoptar estas estrategias clave, las empresas no solo reducen su huella de carbono, sino que también se posicionan como agentes activos en la lucha contra el cambio climático. La transformación sostenible no solo es una responsabilidad, sino también una oportunidad para innovar, liderar y contribuir al bienestar del planeta y las generaciones futuras.

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