La imitación de organismos biológicos para el diseño de robots y otras máquinas permite solucionar problemas propios de las herramientas artificiales con materiales biocompatibles o estructuras animales. Tal es el caso de un robot semejante a las medusas, fabricado por hidrogeles de polímeros compuestos en su mayoría por agua, fabricados por el MIT. Su estructura a base de gel se mueve cuando se bombea agua dentro y fuera del mismo. Con este proceso, pueden realizar tareas como el golpeo o captura de objetos.
Cada robot de hidrogel está formado por un conjunto de estructuras similares a músculos conectados entre sí por tubos que inflan o vacían de agua sus cavidades. Esto permite a los robots estirarse o adoptar formas complejas.
Entre sus ventajas, la más destacable por su posible aplicación médica, es el uso de estos robots de materiales amigables para los órganos, en operaciones o tareas en las que haya que manipular órganos internos con mayor suavidad, ofreciendo un tacto similar a unas manos. Hasta ahora existían experimentos previos con materiales de silicona, que son menos biocompatibles que los hidrogeles, compuestos básicamente de agua.
Para aplicar sus materiales de hidrogel blando a la robótica, los investigadores se fijaron primero en el mundo animal. Se concentraron en particular en leptocéfalos, o anguilas diminutas transparentes. «Parece que trataron de evolucionar a una forma transparente como una táctica de camuflaje eficiente” explican los científicios “Y queríamos alcanzar un nivel similar de transparencia, fuerza y velocidad.» De hecho, uno de los primeros experimentos que realizaron una vez conseguida la estructura con impresión 3D, fue sumergirla en un tanque de agua con peces y capturarlos con ella. Midieron las propiedades acústicas y ópticas de los robots de hidrogel, y se encontraron que eran casi iguales a las del agua . «El robot es casi transparente, muy difícil de ver» —dice el profesor Xuanhe Zhao, uno de los investigadores— “Es suave y no daña a los peces. Una mano robótica con fuerza probablemente los aplastaría.”
Otros animales como los murciélagos también han inspirado a los científicos para desarrollar robots más eficaces en tareas como el vuelo.
Investigadores de la Universidad de Illinois han creado un robot autónomo de murciélago llamado Bat Bot (B2) con suaves alas articuladas que pueden imitar los mecanismos clave del vuelo de los murciélagos biológicos. Pesa sólo 93 gramos y posee ventajas frente a drones cuatrimotores. Los murciélagos tienen más de 40 articulaciones activas y pasivas que han sido reducidas a 9 (5 activass y 4 pasivas) en las articulaciones del robot B2. Las frecuencias de aleteo de un murciélago robot son más bajas (7-10 Hz) que las de un cuadrotor (100-300 Hz). Además son inherentemente seguros porque sus alas están fabricadas principalmente con materiales flexibles y son capaces de chocar unos con otros, o con obstáculos en su entorno, con poco o ningún daño.
El diseño propuesto por el equipo de la Universidad de Illinois, también aporta mayor eficiencia energética, gracias a que la flexibilidad del ala amplifica el movimiento y requiere menos consumo.
«Cuando un murciélago bate sus alas, es como una hoja de goma» —explica el profesor Hutchinson, de la Facultad de Ingeniería Eléctrica e Informática en Illinois— «Se llena con el aire y se deforma. Y luego, al final de su movimiento de carrera descendente, el ala empuja el aire hacia fuera cuando vuelve a su sitio. Puede obtener esta gran amplificación de la energía que se produce tan sólo por el hecho de que están utilizando membranas flexibles dentro de la propia ala «.
Nuestro objetivo es construir una sociedad centrada en el progreso socioeconómico. Creemos que la tecnología y la conectividad pueden ayudar a mejorar la vida de millones de personas y empresas. Tenemos el compromiso de hacerlo reduciendo nuestro impacto ambiental y construyendo una sociedad digital inclusiva que respeta nuestro planeta.
La ciberseguridad ya no es una opción y, como todos los expertos alertan, existen dos tipos de empresas: las que han sufrido un ataque y las que lo van a sufrir, o no se han enterado de que lo han tenido. No importa nuestro tamaño o actividad, ya que en muchas ocasiones los ataques se producen como puente a presas mayores. Por eso, contar con una estrategia de detección y respuesta en tiempo real, apoyada por un servicio MDR y tecnologías avanzadas, es esencial para proteger tu empresa hoy mismo. No se trata solo de prevenir, sino de estar preparados para adaptarse y resistir. Porque en ciberseguridad, la mejor defensa es una buena anticipación.
De hecho, la ciberseguridad no puede ser una reacción, sino que debe ser una estrategia proactiva que esté integrada en todo el modelo de negocio, si queremos conservarlo. Además, las amenazas evolucionan constantemente, y los ciberdelincuentes emplean cada vez técnicas más sofisticadas que requieren una vigilancia y actualización de nuestras defensas también continua.
Las empresas se enfrentan de forma creciente a una avalancha de riesgos y de ciberataques que merman su productividad y competitividad. Ante este panorama, y con el objetivo de fortalecer la resiliencia digital, la Unión Europea desarrolló la Directiva NIS2 que entró en vigor el 16 de enero de 2023.
Esta norma sustituye a la Directiva NIS original de 2016 y supone una ampliación del marco regulatorio existente. Su objetivo es ampliar el número de empresas que tienen que cumplir la normativa y establecer requisitos más estrictos y claros para la gestión de los riesgos de ciberseguridad.
España se encuentra ante un punto de inflexión en la gestión del agua. A la presión creciente del cambio climático, las sequías recurrentes y el envejecimiento de las infraestructuras, se suma ahora una oportunidad histórica: el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Ciclo del Agua. Con más de 3.000 millones de euros movilizados, el PERTE ofrece el impulso necesario para digitalizar de forma integral el sector hídrico. Y en el centro de esta transformación se encuentra una tecnología que ya está revolucionando otros sectores: el Internet de las Cosas (IoT).
Los datos hablan por sí solos: un cuarto de las tuberías en España tiene más de 40 años y apenas un 17% ha sido renovado en la última década. Este envejecimiento conlleva fugas, roturas y averías que suponen pérdidas diarias de hasta 38 litros por habitante. En total, más de 695.000 millones de litros de agua se pierden al año, según el INE. Y cada gota cuenta. En paralelo, muchas redes urbanas siguen gestionándose con sistemas analógicos, lo que dificulta una respuesta ágil y basada en datos.
No se trata solo de evitar el despilfarro. La gestión deficiente del agua conlleva costes operativos elevados, sobrecarga energética y una menor resiliencia ante sequías, olas de calor o episodios extremos. Ante este panorama, la digitalización del ciclo del agua ya no es solo una opción: es una necesidad estratégica.
La tecnología háptica, o la capacidad de sentir y tocar en el mundo digital, ha dado un gran paso adelante gracias a un innovador desarrollo en el campo de la realidad virtual (VR) y aumentada (AR). Un equipo de investigación liderado por el profesor Park Jang-Ung del Instituto de Ciencias Básicas (IBS) ha desarrollado una tecnología que promete sensaciones táctiles uniformes y precisas en pantallas transparentes, algo que podría revolucionar la interacción entre los usuarios y los dispositivos inteligentes.
El IoT se ha convertido en una herramienta concreta y rentable que automatiza y realiza procesos a distancia, más allá del mero dispositivo conectado, y transforma datos en conocimiento, ayudando así a la toma de decisiones estratégicas. Las empresas que apuesten por soluciones de análisis IoT no solo mejorarán su eficiencia y rentabilidad, sino que estarán mejor preparadas para anticiparse al futuro y adaptarse a un mercado cada vez más competitivo y digital.
Los datos son, hoy más que nunca, el activo más valioso de cualquier organización. Pero su verdadero poder radica en la capacidad de convertirlos en conocimiento útil para tomar decisiones ágiles, reducir costes y anticiparse al cambio. El Internet de las Cosas y sus soluciones de análisis de datos son la clave para lograrlo. Si aún no has comenzado a utilizar IoT o quieres saber cuál será el siguiente paso, sigue leyendo.
La eficiencia empresarial hoy no se mide solo por la reducción de costes, sino por la capacidad de adaptarse, innovar y escalar rápidamente. Integrar soluciones SaaS en entornos de nube flexible permite a las organizaciones combinar lo mejor del software moderno con infraestructuras tecnológicas altamente adaptables. Para las empresas que desean mantenerse competitivas y preparadas para el futuro, esta combinación no es una opción: es una necesidad estratégica.
De esta forma, los modelos SaaS (Software as a Service) dentro de entornos de nube flexibles, se han consolidado como una estrategia clave para mejorar la eficiencia operativa. Este artículo explora distintos modelos como la Cloud Privada, la Cloud Pública y los servicios profesionales que se acompañan para aplicarlos en el día a día de forma personalizada.
A partir del 1 de enero de 2026 todos los vehículos que circulen por las carreteras españolas deberán llevar un nuevo dispositivo de seguridad. Se trata de una baliza de emergencia luminosa que además está conectada por IoT para que la incidencia esté geolocalizada y las asistencias puedan llegar antes al lugar. Esta novedad en las normas de tráfico afecta de lleno a las flotas profesionales, que deberán adaptarse a un cambio normativo en materia de seguridad vial. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha establecido que los tradicionales triángulos de emergencia dejarán de ser válidos a partir del año que viene, para señalizar averías o accidentes en carretera, siendo reemplazados por la baliza v16 homologada con geolocalización. Esta nueva obligación supone una transformación significativa para las empresas que gestionan vehículos, tanto por su impacto operativo como por las oportunidades de mejora en seguridad y eficiencia.
A estas alturas no descubrimos nada si decimos que la ciberseguridad es una de las prioridades para empresas, organizaciones y ciudadanos particulares en un 2025 en el que no hay día que no salte alguna noticia relacionada con un incidente de seguridad. Desde nuestra responsabilidad con nuestros clientes, a todos les insistimos en que solo hay dos tipos de empresas, las que han sufrido un ataque y las que no se han enterado. Sin duda, esa es una de las grandes preocupaciones de Roberto Lara, Director de Ciberseguridad en Vodafone España, para quien ese “78,4% de las brechas de seguridad en nuestro país, originadas a través de vulnerabilidades en dispositivos móviles nos recuerda que proteger el entorno móvil no es opcional sino una prioridad”.
Llevo un tiempo con ganas de escribir sobre marketing B2B y como juega en el ciclo de vida de los clientes empresariales y en la escalabilidad de las ventas y el negocio. En el negocio Telco “sin escala no hay negocio y sin marketing no hay escala”.
El B2B es un gran desconocido, con poca gente dispuesta a entenderlo, donde la gente joven no parece querer adentrarse y repleto de profesionales donde su gran valor es la experiencia, mayormente en puestos de ventas. Pero el mundo cambia, los productos de empresas son más digitales que nunca, la gestión del valor de la cartera es imprescindible, la eficiencia de los canales no presenciales es crítica y las herramientas de marketing digital son cruciales para que el B2B siga creciendo exponencialmente, no solo en la pequeña empresa, sino también en la gestión coordinada y automatizada de grandes cuentas.
Desde el lanzamiento de las aplicaciones basadas en los Modelos de Lenguaje LLM que acercan la inteligencia artificial a todo tipo de usuarios, todas las empresas parecen querer aplicar este tipo de soluciones a sus modelos de negocio, aunque muchas se sienten perdidas y no saben exactamente por dónde empezar. Una de esas aplicaciones a su alcance es Google Gemini, que puede integrarse en todas las herramientas que ya utilizas en tu Workspace. En este artículo vamos a guiarte en los primeros pasos y darte ideas de cómo aprovechar al máximo sus posibilidades.
La inteligencia artificial es capaz de tomar decisiones en función de una serie de datos almacenados en su memoria, que analiza y transforma en acciones concretas como respuesta a comandos o preguntas también concretas. Cuando ese algoritmo es capaz de utilizar sus propias respuestas para tomar decisiones mejores en la siguiente orden que recibe, es cuando hablamos de Aprendizaje Automático y depende, básicamente, de cómo almacene ese aprendizaje en un tipo de memoria específica. Hasta ahora, ese proceso siempre ha sido puramente matemático y sujeto a una lógica binaria. Algo que podríamos llamar simple, comparado con el proceso complejo que realiza nuestro cerebro humano, gracias a esa maravilla de la naturaleza que son las sinapsis neuronales. Ahora, inspirándose en el cerebro humano, los investigadores han desarrollado un nuevo transistor sináptico capaz de pensar a un nivel superior.
La era de la Inteligencia Artificial aplicada a todas las empresas ha llegado para quedarse. Si aún no sabes cómo puedes aprovechar todas sus ventajas en tu forma de trabajar cada día, vamos a ayudarte a sacarle el máximo partido a una de las herramientas más populares y completas, como es Copilot de Microsoft 365. Verás que como su nombre indica, puede convertirse en un auténtico copiloto para que tú dirijas tu negocio con un asistente que te ayudará a ser más productivo y eficiente en todo tipo de tareas. Pero vamos a empezar por el principio conociendo un poco más de qué se trata.
Más allá de las aplicaciones más populares que están convirtiendo la inteligencia artificial (IA) en una herramienta que nos rodea a diario en forma de chats y otros modelos de lenguaje similares, existen infinidad de aplicaciones en todos los sectores y actividades económicas que están transformando la forma en que entendemos los procesos.
Uno de los sectores que más está aprovechando las capacidades de aplicar algoritmos a sus tareas y objetivos es el financiero. Se trata de un sector en el que el tratamiento de datos numéricos y estadísticos es esencial y, por ello, está especialmente predispuesto para aprovechar las ventajas de este tipo de tecnología.
Por otra parte, la posibilidad de acercar su labor y servicio a los clientes de una forma más personalizada es especialmente útil si tenemos en cuenta la percepción que éstos tienen de forma habitual con respecto a sus entidades. Y es una realidad que la llamada banca inteligente ya está revolucionando la forma en que las instituciones bancarias operan, interactúan con sus clientes y diseñan sus productos y servicios. Vamos a analizar cómo la IA está cambiando radicalmente el panorama financiero, impulsando una nueva era de eficiencia, personalización y seguridad.