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09 de octubre de 2025 - Tiempo de lectura 8 min

Evita sanciones y protege a tus pacientes mediante la ciberseguridad aplicada a historias clínicas

Los datos son fundamentales para el funcionamiento de cualquier empresa o administración pública, pero entre todos ellos, hay algunos que son mucho más críticos y que necesitan una mayor protección. Este es el caso del historial clínico digital, que contiene información íntima y sensible de cada paciente y cuya filtración podría tener graves consecuencias si cayera en manos de ciberdelincuentes. Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), un historial médico puede alcanzar en el mercado negro valores que van desde los 30 hasta los 1.000 dólares, cifras muy superiores a las de otros datos personales, lo que explica que el sector de la salud sea uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes.

Además, la creciente digitalización del sector sanitario, impulsada por la telemedicina, los dispositivos médicos conectados (IoMT) y las plataformas de gestión en la nube, ha ampliado la superficie de ataque, por lo que es aún más urgente reforzar las medidas de ciberseguridad en este ámbito.
Evita sanciones y protege a tus pacientes mediante la ciberseguridad aplicada a historias clínicas


La ciberseguridad, clave para la protección del historial clínico digital

El historial clínico digital es uno de los grandes avances en la atención al paciente. Su principal ventaja es que permite compartir el historial médico de forma ágil entre especialistas, acelerar los diagnósticos y mejorar la continuidad asistencial.

Pero como sucede con cualquier otro avance en la digitalización, el historial clínico digital también abre la puerta a un conjunto de riesgos relacionados con la privacidad, la seguridad y el cumplimiento normativo, lo que puede tener implicaciones éticas y de confidencialidad que deben ser adecuadamente consideradas.

El dato sanitario es uno de los más golosos para los ciberdelincuentes. De hecho, el sector de la salud es, según la Comisión Europea, el que acapara más incidentes graves de ciberseguridad por lo que es importante no fallar en la protección de datos. La ciberseguridad aplicada al historial clínico de un paciente debe ser una prioridad estratégica, y los centros de salud deben otorgarle el mismo nivel de importancia que a la calidad del servicio médico. No hacerlo, además de acarrear sanciones, minará la confianza de los pacientes en el sistema sanitario.

El aumento del ransomware, los ataques de phishing al personal sanitario y la proliferación de dispositivos conectados (IoMT) incrementan la vulnerabilidad del sector. La superficie de ataque es cada vez más amplia y diversa, por lo que es obligatorio diseñar una estrategia de ciberseguridad que refuerce los sistemas, establezca controles de acceso y garantice que todos los equipos, desde una tablet hasta un servidor, estén protegidos.

¿Por qué proteger el historial médico es crucial para tu centro de salud?

Son varias las razones por las que es necesario proteger el historial clínico digital. Uno de los motivos principales es la obligación de cumplir con la normativa. La legislación europea en materia de protección de datos (RGPD) considera la información sanitaria como especialmente sensible y establece obligaciones estrictas para su tratamiento. En el ámbito nacional, el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) refuerza esta protección al establecer requisitos mínimos de seguridad que deben implementar los organismos que gestionan datos de carácter crítico o sensible, como los registros clínicos de los centros de salud.

A este marco normativo se suma la Directiva NIS2, de aplicación en toda la Unión Europea, que aumenta el nivel de exigencia en ciberseguridad para los sectores esenciales, como el sanitario. Mientras que el RGPD se centra en los datos personales y el ENS en la seguridad de los sistemas públicos, la NIS2 introduce un enfoque de resiliencia operativa, obligando a los centros de salud a contar con planes de gestión de incidentes, auditorías periódicas y medidas preventivas que garanticen la continuidad del servicio incluso en caso de ciberataque. En la práctica, esto significa que un hospital o centro de salud no solo debe proteger los datos de sus pacientes, sino también garantizar que la atención sanitaria nunca se vea interrumpida por un fallo de seguridad.

El cumplimiento de toda esta legislación de protección de datos, evita que los centros de salud sufran algún tipo de sanción y certifica que están preparados para evitar que un ciberataque sea exitoso.

En este sentido, los servicios de consultoría en ciberseguridad como el que ofrece Vodafone Empresas, que incluye la certificación ENS, pueden ser de gran utilidad para los centros de salud que quieren reforzar su infraestructura de seguridad y garantizar el cumplimiento normativo.

Además, la falta de protección del historial médico de un paciente tiene un impacto devastador en la reputación de un centro de salud. Si se produjera una fuga de datos relativos a la salud de los pacientes, la credibilidad del centro y de sus profesionales se vería seriamente afectada, y los usuarios empezarían a buscar otros centros en los que recibir atención médica. Por este motivo, es importante establecer un marco de ciberseguridad que garantice que la información que comparte cada paciente con su médico no va a ser utilizada de manera indebida ni va a quedar expuesta públicamente.

Medidas esenciales para la protección de datos en historias clínicas

Para proteger el historial clínico digital es necesario establecer una serie de medidas que cubran todos los frentes desde los que puede ser atacado un centro de salud. Una gran parte de los ciberataques se producen por fallos en los controles de acceso. Por este motivo, es importante establecer políticas de acceso estrictas, basadas en el principio de mínimo privilegio, lo que significa que solo el personal autorizado y en función de sus competencias pueda acceder a la información. La autenticación multifactor y la gestión periódica de las contraseñas son otras medidas que también reforzarán la ciberseguridad.

Otra medida crítica es el cifrado de la información contenida en el historial médico de modo que, en caso de que los datos queden expuestos, resulten inaccesibles para el ciberdelincuente. También, es importante actualizar periódicamente el software y los dispositivos médicos conectados para minimizar la exposición ante vulnerabilidades.

En este contexto, el IoMT (Internet de las Cosas Médicas) se convierte en un desafío cada vez mayor. Dispositivos como monitores de constantes vitales, bombas de insulina o equipos de diagnóstico conectados a la red hospitalaria pueden suponer una puerta de entrada para los ciberdelincuentes si no se gestionan adecuadamente. Las vulnerabilidades de su firmware, la falta de actualizaciones o una segmentación de red insuficiente los convierten en objetivos prioritarios. Por ello, es fundamental aplicar controles adicionales, como la segmentación de tráfico, la monitorización específica de estos dispositivos y auditorías periódicas de seguridad.

A un nivel más avanzado, se recomienda implementar soluciones como los sistemas de gestión de información y eventos de seguridad (SIEM), que permiten monitorizar y correlacionar alertas en tiempo real, las herramientas de prevención de fuga de datos (DLP), que evitan que la información sensible salga de la red, y la segmentación de red, que limita el movimiento lateral de un atacante dentro de la infraestructura. También está ganando peso el enfoque Zero Trust, que asume que ninguna conexión es de confianza por defecto, como marco de referencia en el sector sanitario.

Además de estas medidas, es importante ofrecer formación continua a los empleados del centro de salud sobre las mejores prácticas de seguridad, la identificación de amenazas y los protocolos de actuación en caso de incidente. En este sentido, el plan de acción de la Comisión Europea para proteger el sector sanitario contra los ciberataques pretende incrementar sus capacidades en materia de prevención de los incidentes de ciberseguridad a través de mejores medidas de preparación que incluyen orientaciones sobre la aplicación de prácticas cruciales de ciberseguridad.

Beneficios de una sólida protección de datos para el paciente

La protección de datos del historial clínico de un paciente repercute positivamente en su propia experiencia y en la calidad del servicio recibido. Es evidente que, una estrategia de ciberseguridad bien desarrollada garantiza la privacidad y refuerza la confianza médico-paciente. Esta confianza permite que los pacientes se comuniquen con total franqueza con su médico, lo que se traduce en diagnósticos más precisos y tratamientos más efectivos.

Una segunda ventaja es la integridad de los datos. Un ciberataque no solo puede robar información, sino también alterarla o borrarla, con los riesgos que ello puede suponer. Por ejemplo, si los datos de un paciente son modificados, puede llevar a un diagnóstico incorrecto o a la prescripción de un tratamiento inadecuado, lo que puede tener consecuencias potencialmente graves para su salud.

Por último, proteger el historial clínico digital permite ofrecer una atención médica más eficiente. Al compartir de manera segura el historial médico entre diferentes diferentes especialistas, se evitan duplicidades, se reducen los tiempos de espera y se optimiza el uso de los recursos sanitarios, garantizando que los profesionales cuenten con la información más actualizada y fiable.

Fortalece la confianza del paciente: la protección del historial clínico como prioridad

La ciberseguridad aplicada al historial clínico digital debe ser una inversión estratégica para los centros de salud porque garantiza la confianza de los pacientes y les permite cumplir con las diferentes normativas. Proteger los datos contenidos en el historial clínico de un paciente es salvaguardar la relación entre este y el sistema sanitario.

Con ello se produce una mayor adhesión al tratamiento, una comunicación más abierta con el médico y, en general, una mejor calidad de atención. Por el contrario, un incidente de seguridad puede destruir esta confianza de la noche a la mañana, con consecuencias que van desde la pérdida de la reputación del centro de salud hasta posibles demandas legales.

En definitiva, un centro de salud que prioriza la ciberseguridad transmite un mensaje claro de compromiso con la protección integral del paciente, abarcando tanto los aspectos médicos como los relativos a su privacidad. Esta actitud genera una mayor confianza, diagnósticos más precisos y servicios sanitarios de mayor calidad.

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