18 de diciembre de 2025 - Tiempo de lectura 5 min
Tu ciberseguridad NO es suficiente: Cómo la NIS2 te obliga a revisar a terceros
La gestión de la cadena de suministro es uno de los elementos más críticos en la estrategia de ciberseguridad de cualquier gran empresa, ya que concentra una parte significativa del riesgo operativo. Como han demostrado incidentes recientes (como los sufridos por Iberia o los aeropuertos europeos), un solo punto débil en la red de proveedores puede poner en riesgo las operaciones de grandes compañías.
La Directiva NIS2 busca, precisamente, elevar la ciberseguridad a un nivel regulatorio sin precedentes en la Unión Europea, extendiendo la responsabilidad más allá de los límites internos de la empresa. Esta normativa transforma la gestión de riesgos de terceros, conocida como TPRM (Third-Party Risk Management), en una obligación ineludible para garantizar la resiliencia digital.
Además, la directiva establece la obligación de que los órganos de dirección se hagan explícitamente responsables de la supervisión de las medidas de ciberseguridad, incluidos los controles aplicados a los proveedores, lo que convierte a la TPRM en una responsabilidad estratégica y no solo operativa.
El nuevo mandato de la NIS2: Tus proveedores son ahora tu perímetro de ciberseguridad (y debes auditarlos)
Como decimos, la Directiva NIS2 elimina las fronteras de seguridad tradicionales al establecer que cualquier empresa o servicio externo que maneje datos o interactúe con sistemas forma parte del perímetro de seguridad de la gran empresa.
Esta ampliación del alcance de la responsabilidad implica la obligación legal de auditar a los proveedores de modo que las grandes empresas puedan verificar que sus socios comerciales cumplen unos requisitos mínimos de ciberseguridad y reducir el riesgo de ataques indirectos. El objetivo de esta medida es proteger, sobre todo, las infraestructuras críticas en sectores como telecomunicaciones, energía y financiero, donde la interconexión entre sistemas genera riesgos compartidos.
Conviene destacar que un proveedor con controles insuficientes puede exponer a la empresa principal a incidentes que las autoridades considerarán un incumplimiento propio, dado que la Directiva NIS2 refuerza el principio de resiliencia colectiva. En este contexto, las grandes empresas deben implantar evaluaciones continuas que aseguren la protección de redes y sistemas a lo largo de toda la cadena de suministro, incluyendo la gestión de incidentes y la gobernanza de la ciberseguridad. Asimismo, la normativa fomenta la incorporación de cláusulas contractuales específicas que regulen los controles mínimos exigidos, las obligaciones de reporte, los plazos de respuesta ante incidentes y los derechos de auditoría. Este enfoque integral permite identificar vulnerabilidades de forma temprana y refuerza la posición de la organización frente a eventuales inspecciones regulatorias.
La normativa exige una documentación exhaustiva de estas revisiones, convirtiendo la supervisión de terceros en un pilar de la estrategia defensiva. Aunque pueda parecer complicado, Vodafone Empresas ofrece diagnósticos iniciales que identifican las áreas críticas de mejora en este perímetro ampliado, asegurando que la gran empresa no solo cumpla, sino que anticipe riesgos. De esta forma, la responsabilidad compartida se traduce en una defensa proactiva contra las amenazas externas.
La cadena de suministro ya no es opcional: NIS2 te obliga a gestionar el riesgo de terceros (TPRM)
La NIS2 convierte la gestión del riesgo de terceros (TPRM) de una buena práctica a una exigencia regulatoria para las grandes empresas, obligando a evaluar, documentar y mitigar proactivamente los riesgos introducidos por proveedores. Es decir, ya no basta con mirar para otro lado o “culpar” a un tercero de un incidente: un fallo en el sistema de un tercero se considera un incumplimiento de la empresa principal. Por este motivo, es imprescindible implantar marcos sólidos de análisis continuo que integren estas evaluaciones en el funcionamiento diario.
Esta gestión implica mapear toda la cadena de suministro para identificar las dependencias críticas y priorizar las auditorías en función del impacto potencial de cada proveedor. Las grandes empresas deben implementar controles que abarquen desde la seguridad de la cadena de suministro hasta planes de continuidad del negocio, alineados con los estándares de la Unión Europea. La TPRM garantiza que la resiliencia no dependa de la diligencia ajena, sino de un control activo y documentado.
En la práctica, la Directiva NIS2 requiere la notificación obligatoria de los incidentes significativos derivados de terceros, lo que acelera la respuesta y minimiza los daños. Vodafone Empresas ayuda en la optimización de los procesos de esta gestión, fortaleciendo las capacidades internas sin interrupciones operativas. Así, la gran empresa transforma la TPRM en una ventaja competitiva que resguarda su ecosistema digital.
NIS2: Clave para cumplir con la ley y auditar la seguridad de toda tu cadena de valor
El cumplimiento de la NIS2 requiere demostrar control exhaustivo sobre la cadena de valor, incluyendo los terceros esenciales, como única vía para mitigar sanciones que alcanzan hasta el 2% del volumen de negocio anual. Esta obligación impulsa la implementación de marcos de auditoría continua que aseguran la resiliencia de todo el ecosistema digital de la gran empresa.
Para ello, se recomienda llevar a cabo una auditoría integral de toda la empresa y sus proveedores y clientes, con el fin de evaluar la gestión de riesgos, la protección de redes y los protocolos de respuesta. Estas conclusiones se pueden trasladar a los proveedores mediante cláusulas contractuales y hojas de ruta específicas que garanticen un cumplimiento homogéneo en toda la cadena de valor.
Con estas medidas, las grandes empresas no solo evitan la posibilidad de ser multadas, sino que también ganan confianza en el mercado al exhibir una gobernanza madura, especialmente en lo que respecta a los datos personales de sus clientes. Lo idóneo es realizar una consultoría que contemple planes estratégicos que alinean estas auditorías con los objetivos empresariales concretos de cada organización.
Este enfoque proactivo convierte la NIS2 en un catalizador de madurez en la gestión de ciberseguridad, ya que la auditoría de la cadena de valor previene daños reputacionales y operativos. Las medidas técnicas y organizativas implementadas generan informes fiables para las autoridades, consolidando la posición de la empresa en sectores regulados.
Por último, cabe recordar que la Directiva NIS2 fue aprobada formalmente en noviembre de 2022, pero no entró en vigor hasta el 16 de enero de 2023, 20 días después de su publicación en el DOUE. Este marco regulatorio redefine la ciberseguridad para las grandes empresas al integrar TPRM y auditorías de terceros en el núcleo regulatorio.
Para cumplirla, es necesario actuar con rapidez diagnosticando brechas de seguridad, mapeando proveedores y reforzando el perímetro extendido. Las organizaciones deben anticiparse mediante evaluaciones continuas, el fortalecimiento de los proveedores críticos y la integración real de la seguridad en la gestión corporativa. Esta adaptación no solo evita sanciones, sino que también aumenta la resiliencia ante las amenazas inevitables.