27 de noviembre de 2025 - Tiempo de lectura 8 min
La fórmula FinOps para ahorrar en la nube y planificar 2026
De cara a planificar 2026, la propuesta de adoptar FinOps como marco es la vía para que el gasto en la nube deje de ser un agujero negro y se convierta en una palanca de valor competitivo. Pero no basta con ver solo la parte cloud sino que conviene ver el ecosistema completo de aplicaciones, infraestructura y red, para optimizarlo de forma integrada.
En este cambio cultural, la hoja de ruta incluye informar, optimizar y operar. Siguiendo estas pautas, no solo reducirás costes, sino que mejorarás agilidad, control y retorno de inversión. En este artículo vamos a guiarte para que la nube deje de ser un coste indeterminado y se convierta en uno de los activos más estratégicos de tu empresa.
¿Qué es FinOps? La cultura que transforma el gasto “desperdiciado” en inversión estratégica
La nube es el soporte tecnológico que habilita toda una revolución cultural en el marco operativo y que permite potenciar una nueva estrategia en la toma de decisiones basada en datos, que en términos financieros mejora el control y la responsabilidad. Como todo cambio de cultura corporativa, debe ser algo transversal y solo es posible lograrlo mediante la colaboración entre los equipos de IT, finanzas y negocios.
FinOps (Financial Operations u Operaciones Financieras) es una metodología, disciplina o práctica cultural y operativa que ayuda a las organizaciones a gestionar y optimizar su gasto en la nube (Cloud Computing). Respaldada por la FinOps Foundation, su objetivo principal no es solo ahorrar dinero, sino maximizar el valor empresarial que se obtiene de cada inversión en la nube.
La adopción de la nube ya no es opcional sino esencial, y muchas compañías descubren que migrar a la nube no es el fin del ejercicio. El - verdadero reto está en controlar, optimizar y alinear el gasto con la estrategia de negocio. Aquí es donde entra la disciplina conocida como FinOps, un marco operativo y una práctica cultural que busca maximizar el valor que obtenemos de la nube, no simplemente reducir costes.
La implementación de FinOps sigue un ciclo continuo e iterativo, a menudo representado en tres fases principales. El primer paso es Informar. Esta es la fase inicial de la transparencia y se trata de proporcionar a todos la información y las herramientas necesarias para tomar decisiones rentables. Incluye la recolección de datos de costes y uso, asignación precisa de los gastos a los equipos o unidades de negocio (cost allocation), y creación de informes y tableros (dashboards) de visibilidad.
La segunda fase es optimizar. Una vez que los equipos tienen visibilidad de dónde se gasta el dinero, el foco se pone en reducir lo innecesario y mejorar la eficiencia. Para ello se identifican recursos inactivos o sobredimensionados, negocia descuentos con el proveedor de la nube, y aplican buenas prácticas de ingeniería para un uso eficiente.
La tercera fase es operar y garantizar que las prácticas de optimización se integren en el flujo de trabajo diario y se conviertan en un hábito continuo. Hay que establecer presupuestos, crear alertas automáticas para gastos inesperados, medir el éxito con métricas clave y automatizar las políticas de control de costes.
El primer paso de FinOps para entender quién gasta y por qué
Entrando más en detalle en la hoja de ruta, antes de embarcarse en optimizaciones complejas, el primer paso dentro de una estrategia FinOps es obtener visibilidad completa del consumo de nube, entender quién está gastando, en qué, cuándo y por qué. Sin este entendimiento de base, cualquier acción posterior corre el riesgo de ser reactiva o poco eficaz.
Las fases clave de esta etapa inicial son el etiquetado (tagging) o asignar correctamente los recursos de nube a proyectos, equipos, entornos (producción, test, desarrollo) para poder segmentar el coste. Las mejores prácticas indican que sin un esquema de tags robusto no habrá visibilidad real del coste por unidad de negocio. Otra de las etapas importantes es mostrar a los equipos o unidades de negocio cuánto están consumiendo (showback) o incluso imputar esos costes (charge-back), para generar conciencia de gasto y responsabilidad compartida. Además, son importantes herramientas de reporting en tiempo real y dashboards para disponer de paneles que permitan ver de un vistazo el consumo, variaciones mes a mes, unidades que se salen del patrón, alertas - tempranas, etc. Esta visibilidad tiene que estar disponible para los responsables técnicos, pero también para finanzas y dirección.
Al alcanzar un nivel adecuado en esta fase, la organización ya está en condiciones de evolucionar del caos al control, todas las casillas de quién gasta en qué están marcadas, los equipos saben qué se les va a preguntar y la dirección puede empezar a ver la nube como parte del presupuesto normalizado.
Las tres fases de ahorro para un presupuesto 2026 realista
Una vez que tienes visibilidad, la disciplina FinOps plantea normalmente otros tres bloques o fases de optimización. Seguirlos te permiten construir un presupuesto 2026 ajustado, realista y alineado con el negocio. A continuación se explican las técnicas clave.
1. Rightsizing
Este es el ajuste fino al redimensionar instancias, máquinas virtuales, contenedores y recursos de almacenamiento para que sólo consuman lo que realmente necesitan. Es demasiado habitual ver entornos de desarrollo que se mantienen en marcha 24×7, bases de datos sobredimensionadas “por si acaso” o instancias reservadas que no se utilizan, y todo ello genera coste innecesario.
2. Uso de instancias reservadas (RI) y modelos de compromiso a largo plazo
La mayoría de los grandes proveedores de nube ofrecen descuentos sustanciales si te comprometes a uso prolongado (por ejemplo, 1-2-3 años) o usas instancias “spot” para cargas flexibles. Incorporar estos modelos dentro del presupuesto permite reducir coste unitario y alinear mejor gasto y previsión.
3. Automatización para eliminar el derroche
Automatizar apagados de entornos inactivos, escalado automático (auto-scaling), eliminación de volúmenes abandonados, snapshots obsoletos… Estas acciones permiten que el coste no siga por inercia, sino que se adapte al uso real. Un enfoque “finops as code” (FinOps como código) está emergiendo para integrar estas prácticas en los pipelines de ingeniería.
Estas tres fases no son secuenciales estrictamente y en muchas compañías se superponen, pero juntas permiten construir un marco operativo para - que el presupuesto 2026 para la nube no sea una mejora estimada sino algo próximo a realista y gobernado.
El complemento perfecto: cómo SD-WAN refuerza la eficiencia en entornos híbridos
La práctica FinOps no puede limitarse únicamente al gasto de la nube. En entornos híbridos o multi-cloud, hay otro coste relevante: la conectividad y la red. Aquí una solución como la ofrecida por Vodafone, bajo el nombre de SD‑WAN (Red de Área Amplia Definida por Software), se convierte en un complemento estratégico.
Esta solución SD-WAN permite gestionar de forma centralizada y flexible las redes WAN, adaptándose automáticamente a los cambios del negocio. Incluye visibilidad en tiempo real del tráfico, priorización de aplicaciones críticas, protección avanzada, y la posibilidad de conectar sedes, dispositivos móviles y entorno cloud de forma integrada.
Qué aporta al enfoque FinOps la SD-WAN
En una arquitectura híbrida / multi-cloud, los costes de red (tráfico entre la nube y sedes, entre nubes, salidas de datos) pueden crecer sin control. Una SD-WAN bien diseñada permite optimizar el tráfico, priorizar donde importa, reducir latencias y evitar sobreprovisionamientos.
La visibilidad que ofrece SD-WAN (panel de control, estadísticas en tiempo real) permite que los responsables de red también entren en el bucle de FinOps y sepan qué aplicaciones usan más ancho de banda, qué sedes están generando mayor coste de conectividad, etc. La visualización de los parámetros y estadísticas a través de un mismo portal en tiempo real es clave para gobernar la infraestructura híbrida en el contexto de FinOps.
La SD-WAN puede también facilitar la adopción de modelos de conectividad más eficientes, escalables y orientados al consumo, lo que se alinea con el modelo de “gasto operativo” que caracteriza la nube (pay-as-you-go), y evita infraestructuras de red rígidas que no escalan ni se adaptan.
Por tanto, para empresas y directivos que están diseñando su presupuesto 2026 en nube, es recomendable considerar la conectividad como un coste inseparable del gasto en nube: optimizar la red y gobernarla con la misma mentalidad FinOps mejora globalmente la eficiencia.
Planificación 2026
Tras aplicar las prácticas de optimización y control del gasto en la nube, el siguiente paso natural es conectar esa eficiencia operativa con la estrategia financiera global de la empresa.
Construir un presupuesto 2026 realista significa alcanzar un nivel de madurez en FinOps que vaya más allá de meras tácticas de ahorro: se trata de integrar esta disciplina en los flujos de trabajo de ingeniería, finanzas y negocio.
Claves para la planificación:
- Precisión del presupuesto: organizaciones maduras en FinOps logran una variación muy reducida entre lo presupuestado y lo real.
- Establece KPIs y métricas que combinen coste, valor de negocio y rendimiento. No basta con “gastar menos”, hay que “gastar mejor”.
- Crea un flujo continuo de mejora: FinOps no es un proyecto finito sino un proceso iterativo de automatización, mejora del tagging, informes en tiempo real, revisión trimestral, etc.
- Alinea los equipos: Finanzas entiende la nube, Ingeniería entiende el coste y el valor, Negocio entiende el impacto. Esa colaboración es la base cultural de FinOps.
- No olvides la infraestructura de conectividad híbrida: si tu empresa opera sedes físicas, nubes públicas, nube privada o multi-nube, la arquitectura de red y su gestión eficiente deben formar parte del presupuesto y de la gobernanza.
- Finalmente, considera escenarios de incertidumbre en 2026: ¿crecimiento del negocio? ¿mayor adopción de IA? ¿mayor demanda de teletrabajo? Estos factores pueden alterar el consumo de nube y red, por lo que tu planificación debe contemplar reservas, escalabilidad, automatización.
En definitiva, adoptar un enfoque FinOps no solo permite controlar el gasto en la nube, sino también convertir la gestión financiera y tecnológica en un proceso continuo de mejora y valor. 2026 puede ser el año en que la nube deje de ser un coste y se consolide como una ventaja competitiva real.