La sostenibilidad aparece en todas las encuestas e informes de todo tipo como la principal preocupación de las empresas y particulares. Era, de hecho, la principal urgencia de la sociedad y las autoridades, con la famosa Agenda 2030, hasta que otras cuestiones recientes de sobra conocidas nos han distraído momentáneamente. Sin embargo el planeta está pidiendo soluciones inaplazables, y la tecnología puede estar ya resolviendo una gran parte de esas necesidades. En concreto, la expansión constante y en muchas ocasiones silenciosa de Internet de las Cosas puede ser la clave para un mundo más eficiente, y por tanto sostenible.