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10 de febrero de 2023 - Tiempo de lectura 3 min

Todo lo que necesitas saber sobre firewalls para proteger tu empresa.

Descubre otra forma de defender tu negocio frente a los ataques cibernéticos.

Cada vez se producen más ciberataques. Te presentamos una guía que te ayudará a proteger tu empresa asegurando tu firewall.
Según una encuesta realizada por Accenture, el 67% de los empresarios siente que los riesgos de la ciberseguridad están aumentando. Por ese motivo decidimos buscar la manera de ayudar.
Introducción: un firewall es un software inteligente que actúa como una barrera de seguridad, mantiene alejados a los ciberdelincuentes y frena la expansión del software malicioso (programas diseñados para interrumpir, dañar o conseguir acceso a los dispositivos).
Te presentamos una guía rápida para entender cómo funcionan los firewalls, dónde encajan dentro de tu sistema de seguridad informática y el resto de mecanismos de defensa que deberías utilizar como complemento a su labor.


¿Qué es un firewall?
 

Los firewalls surgieron en los años 80 y se han convertido en algo imprescindible para cualquier empresa por su labor de protección frente a los ciberataques, los cuales son cada vez más habituales e inteligentes. Tal como indica su nombre, los firewalls o cortafuegos están pensados para evitar que se propaguen los fuegos digitales, así como a ayudar a detectar y defenderse de los programas de malware, más conocidos como:

  • Virus maliciosos
  • Phishing (mensajes fraudulentos)
  • Spyware (o software espía que se oculta en los dispositivos y roba información sensible)
  • Ransomware (roba información y chantajea a la víctima hasta que paga un rescate)
Y otros muchos.

¿Cómo funcionan los cortafuegos?

Los firewalls evalúan el tráfico web que pasa a través de ellos, permiten pasar el tráfico de confianza y dejan fuera el tráfico que no es de confianza. Son bastante inteligentes; se pueden configurar para que cumplan ciertas pautas de actuación o reglas predeterminadas que les permitan realizar evaluaciones rápidas, detectar actividad sospechosa y bloquearla antes de que se convierta en un problema mayor. También pueden aportar información muy útil sobre la cantidad de tráfico que circula a través de ellos, incluyendo la cantidad de ataques que se han intentado hacer contra tu red.

Lo que los firewalls no hacen

Tienen también limitaciones, pues los firewalls no pueden controlar la actividad humana ni protegen contra los ataques que no pasan a través de ellos. Dado que un gran número de ataques de ciberseguridad se produce por error humano, los cortafuegos no deberían ser tu única defensa, sino uno de los componentes del paquete completo de protección. Por ese mismo motivo debes asegurarte de que estás protegido frente a otros puntos de entrada como: el correo electrónico, el teléfono, dispositivos hardware como unidades flash USB o CD, entre otros. Este es un ejemplo de lo que podría pasarte si no lo haces:
Uno de tus empleados recibe un correo fraudulento de un estafador que se hace pasar por ti. Pensando que es seguro, el empleado hace clic en el correo y descarga un software malicioso diseñado para robar los datos de la empresa. Como el ataque procede del correo electrónico en lugar del tráfico web, se obtiene acceso fácilmente a través del usuario, a pesar de contar con un firewall.
Lo mismo podría suceder con cualquier otro tipo de ataque a través de hardware como, por ejemplo, un empleado que enchufa un USB o inserta un CD que contiene un virus malicioso. Y no debemos olvidar tampoco los riesgos de ciberataques que ocasionan los hackers o piratas informáticos que descifran una contraseña débil o engañan a un empleado para que proporcione información confidencial por teléfono.  Por eso es tan importante emplear un enfoque múltiple para la ciberseguridad.

¿Dónde encajan los firewalls en un sistema de defensa más amplio?

Los ciberdelincuentes son cada vez más inteligentes, por eso la clave para mantener nuestra seguridad es ser más inteligentes que ellos. Si te decides por tecnología inteligente, como los firewalls, tendrás una parte del trabajo hecha. Invertir en un firewall es una buena opción para empezar a impulsar las defensas del tráfico de tu web. Sin embargo, no dejes de analizar cuál es la más adecuada para tu empresa y compleméntala con otros sistemas. Estos son algunos que te recomendamos:

  • Un buen programa de antivirus.
  • Formación sobre ciberseguridad y reconocimiento del phishing para empleados.
  • Autenticación multi-factor para registrarse.
  • Acceso remoto/de usuario restrictivo.
  • Alertas para accesos no habituales.
Implementar estas medidas de seguridad para complementar la labor de un firewall de calidad puede reducir el riesgo de que tu empresa sufra ciberataques. No obstante, conviene saber que no todos los cortafuegos hacen lo mismo, por lo que debes asegurarte de que tienes en cuenta varias opciones diferentes y de que el firewall que elijas puede manejar tanto el  ancho de banda como tu conexión a Internet. Recuerda en todo momento que los hackers actúan cada vez de forma más sofisticada y, por ello, contar con un sistema robusto de ciberseguridad te ayudará a ir un paso por delante.

La ciberseguridad puede parecer abrumadora, sobre todo cuando el coste de una mala gestión puede resultar muy caro. Por tanto, si necesitas más ayuda, ponte en contacto con nuestros Asesores Digitales de V-Hub para analizar cuáles son las opciones más adecuadas para tu empresa.

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