El sector de la agricultura utiliza la tecnología para digitalizar sus procesos y así anticiparse y conocer minuto a minuto como va la cosecha. Gracias a la utilización de drones esperan responder y anticiparse a preguntas sobre cómo es el crecimiento, si han atacado las plagas y enfermedades o si el aumento de las sequías afecta a las plantas. Después de que la cámara de los drones registra los cultivos, el software evalúa automáticamente sus propiedades utilizando métodos de inteligencia artificial. Todo esto, sumado a la velocidad de transmisión y computación que se alcanza gracias al 5G, permite al sector avanzar en la digitalización a pasos de gigante.
La simulación cobra un papel fundamental en la industria 4.0. Gracias a ella, podemos prever de manera eficaz si un producto o un proceso va a funcionar correctamente. Permitiendo así reducir riesgos, aumentar la garantía de éxito y sobre todo ahorrar costes. Nos ayuda a convencer al cliente y tener argumentos de ventas muy potentes. Podemos hacer predicciones de rendimiento o simular lo que sucedería si una máquina o proceso no funciona según las expectativas.
Hablamos también de “Gemelos digitales” que van a aún más allá, son réplicas digitales exactas de lo que hay en la realidad, realizadas a través de ordenador y que nos permiten probar el producto de forma virtual, antes de invertir en ellos , lo que se traduce en una mayor eficiencia ya que nos ayuda a resolver hipótesis.
La tecnología como la inteligencia artificial o IoT permiten facilitar todo el proceso de gestión y control del tratamiento del agua, desde la captación de la misma hasta depuración y llegada a nuestra casa. Es una gestión inteligente que permite el ahorro de costes y hacer más eficiente el recurso hídrico. Además, gracias al registro de los datos y el estudio del mismo, se puede poner a disposición del usuario o ayuntamientos, información útil sobre todo lo que puede estar pasando en el consumo de su casa o ciudad.