25 de septiembre de 2025 - Tiempo de lectura 5 min
Cómo manejar una brecha de seguridad en tu empresa
¿Sabrías qué hacer si tu empresa sufriera una brecha de seguridad mañana? Cualquier empresa, independientemente de su tamaño, puede ser víctima de un ciberataque exitoso. A diario se producen infinidad de ataques y las pymes son uno de los objetivos prioritarios. Según BitLife Media (2022), se estima que el 70% de los ciberataques tiene como objetivo a las empresas más pequeñas, por lo que tienen más probabilidades de sufrir una brecha de seguridad.
Esta realidad está estrechamente ligada al proceso de democratización de las empresas: hoy en día, gracias a la digitalización, pequeñas y medianas organizaciones acceden a herramientas tecnológicas que antes estaban reservadas a grandes corporaciones, lo que les permite competir en igualdad de condiciones. Sin embargo, esta apertura también las expone a los mismos riesgos en materia de ciberseguridad, obligándolas a asumir responsabilidades y medidas de protección al mismo nivel que las grandes compañías.
Muchas empresas carecen de un plan claro para responder a un incidente de seguridad por lo que, si se produce una brecha de datos o un ciberataque, el negocio se verá comprometido. Saber manejar una brecha de seguridad es un factor clave para mantener la operativa de la compañía y la confianza de los clientes, por lo que es esencial desarrollar una estrategia de ciberseguridad informática para empresas que permita contener cualquier incidente y protegerla frente a futuros ciberataques. Veamos cuáles son los pasos esenciales.
Contención y evaluación inicial de la brecha de seguridad
Mantener la calma. Esta es la forma de proceder para que los planes de ciberseguridad corporativa tengan éxito. La posibilidad de sufrir una brecha de seguridad ya no es una cuestión de si se va a producir, sino de cuándo tendrá lugar. Por lo tanto, en el caso de detectarla, lo primero es actuar contranquilidad y aplicar medidas inmediatas de contención. Con ello se limita el alcance del ataque y se minimiza el impacto mientras se evalúa la magnitud del problema.
Entre las acciones más comunes se encuentran aislar los sistemas comprometidos para evitar la propagación del ciberataque, cerrar los accesos no autorizados y retirar de la red los equipos sospechosos de haber sufrido la brecha de seguridad. Las empresas de ciberseguridad insisten constantemente en la importancia de este proceso de contención, ya que es el que permite que el ciberataque no afecte al conjunto de datos y equipos de la compañía.
Una vez que se ha contenido el ciberataque es necesario realizar una evaluación inicial para identificar qué datos o servicios están comprometidos. Por ello, es importante contar con un plan de respuesta ante incidentes en el que un comité de expertos de la empresa decida qué es lo que se debe hacer y qué planes de acción se tienen que ejecutar para anular la brecha de seguridad.
Es importante documentar todo lo sucedido. Por ejemplo, qué sistemas se han visto afectados, qué anomalías se han detectado y cuáles han sido las primeras medidas de protección que se han aplicado. Toda esa información permitirá avanzar hacia la fase de investigación.
Investigación y notificación: ¿qué ha pasado y a quién debo informar?
A la hora de investigar hay que responder a dos preguntas: ¿qué ha pasado? y ¿a quién hay que comunicarlo? Para responder a la primera de ellas hay que buscar la causa de la brecha de seguridad. Puede deberse a un error humano, a una vulnerabilidad no parcheada, a un ataque interno o externo, a un ataque de phishing o de ransomware... Una vez conocido el motivo, se podrán corregir los fallos y establecer medidas para que estos errores no vuelvan a producirse.
En este punto, el análisis forense digital tiene un rol protagonista. Un estudio exhaustivo de los sistemas, los firewalls y de las aplicaciones puede revelar la actividad del atacante. El objetivo es determinar cómo se produjo la intrusión y qué información se ha visto comprometida. Una investigación sólida permite determinar si se ha producido una brecha de datos financieros, personales o de propiedad intelectual, por ejemplo.
Mientras se lleva a cabo la investigación, es obligatorio notificar que se ha producido una brecha de seguridad en la ciberseguridad dentro de la red corporativa. Además de ser una obligación legal, que implica informar a las autoridades del incidente, es necesario avisar a clientes, proveedores o empleados que puedan haber sido afectados, explicando con claridad lo ocurrido y las recomendaciones para protegerse de posibles usos fraudulentos de la información. Todo ello debe ser comunicado con un lenguaje claro y asumiendo responsabilidades.
El papel de las empresas de ciberseguridad en la gestión de la crisis
Los pasos expuestos son fundamentales para hacer frente a una brecha de seguridad, pero es cierto que para las pymes es más difícil llevarlos a cabo. Para estas empresas es importante confiar la protección corporativa a empresas de ciberseguridad que cuentan con los conocimientos, las herramientas y la experiencia necesarios para guiar a una empresa que sufre una brecha de seguridad. Contratar servicios de ciberseguridad como Seguridad Digital Plus de Vodafone Empresas, permite a las pymes contar con un soporte tecnológico especializado y acceder a las mejores prácticas para reforzar la protección y minimizar los riesgos de sufrir una brecha de datos o un ciberataque.
Recuperación y lecciones aprendidas para el futuro de tu empresa
Una vez superada la parte más aguda de la crisis de seguridad es necesario centrarse en la recuperación. Para ello, hay que restaurar los sistemas, garantizar la integridad de los datos y verificar que no queden accesos ocultos o puertas traseras que los atacantes puedan aprovechar en el futuro. En este proceso conviene instalar parches, modificar las configuraciones de seguridad y renovar las contraseñas de acceso.
No obstante, superar una brecha de seguridad no garantiza que la empresa no vuelva a estar expuesta. La ciberseguridad es una carrera de fondo. Cada intento de ataque debe convertirse en una oportunidad de aprendizaje que no solo sirva para hacer que la empresa esté mejor preparada ante a futuras amenazas, sino también para instaurar una cultura de la seguridad entre todos los empleados.
En definitiva, gestionar una brecha de seguridad no es un proceso sencillo, pero contando con una estrategia definida y con la ayuda de empresas de ciberseguridad expertas puede transformarse en una oportunidad para reforzar la resiliencia e integrar la ciberseguridad en la cultura de la compañía.