Los niveles de exposición a campos de radiofrecuencia (RF) de los dispositivos móviles se miden utilizando la tasa de absorción específica (SAR), que es la cantidad de energía de un campo de RF absorbida por el cuerpo humano, expresado en vatios por kilogramo (W/kg).
La tasa SAR es la medida de exposición a campos electromagnéticos aceptada a nivel internacional, y el valor de SAR determinado bajo condiciones de prueba normalizadas para un teléfono móvil en concreto se proporciona en la información de seguridad del producto cuando se compra. Muchos fabricantes también proporcionan esta información a través de sus páginas web o en el MMF.
Las directrices de la Comisión Internacional para la Protección contra las Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP) recomiendan un valor de SAR máximo de 2W/kg para un teléfono móvil. Todos los móviles que funcionen por debajo de este nivel se consideran seguros. Algunos países como Canadá, Corea del Sur y Estados Unidos han adoptado límites SAR ligeramente inferiores de 1,6W/kg para la cabeza y el tronco. Los teléfonos móviles son probados para garantizar que cumplen con el límite SAR de los países en los que se comercializan.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos explica lo que significan los valores de SAR en su
información para el consumidor. Esta ficha técnica establece que:
"Aunque los valores de SAR son una herramienta importante para determinar la exposición máxima posible a energía de RF generada por un modelo en particular de teléfono móvil, un único valor de SAR no aporta información suficiente sobre el nivel de exposición a RF en condiciones de uso normales que permita comparar de manera fiable todos los modelos de teléfonos móviles".
El nivel de exposición depende de la distancia entre la persona y el móvil y la cantidad de potencia de RF que emite. Los teléfonos móviles utilizan siempre la mínima cantidad de energía para proporcionar servicio, por lo que la exposición real varía continuamente dependiendo de una serie de factores:
- La distancia entre la persona y el dispositivo móvil: los campos de RF son mucho más débiles, incluso a una distancia corta desde un teléfono móvil. Mantener el móvil alejado del cuerpo utilizando auriculares o altavoces reducirá significativamente la exposición.
- La distancia desde la estación base: la señal de la estación base se debilita cuanto más lejos se encuentre el móvil, lo cual significa que debe aumentar la fuerza del campo de RF del móvil para poder seguir comunicándose con la estación base.
- El entorno entre el usuario y la estación base: la señal de la estación puede debilitarse si hay un edificio, colina o cualquier otro obstáculo entre el dispositivo móvil y la estación base.
- El servicio utilizado: una llamada de voz desde un móvil produce mayor exposición a campos de RF que los mensajes, correos electrónicos, fotos, internet, televisión o descargas. Esto se debe a que las llamadas de voz se realizan generalmente con el móvil pegado a la cabeza, mientras que cuando se envían textos y correos electrónicos o se ve la televisión, se mantiene alejado del cuerpo. Las llamadas también duran más que el envío de mensajes o correos electrónicos y con ello, aumentan la exposición.
Vodafone insiste en solicitar a los fabricantes que realicen pruebas sobre la cantidad de energía de un campo de radiofrecuencia (RF) que absorbe el cuerpo humano (tasa de absorción específica -SAR- de los dispositivos móviles), cuando se utilizan junto al oído o cerca del cuerpo.
La norma de la
Comisión Electrotécnica Internacional para probar el uso de dispositivos móviles cerca del cuerpo, se publicó en abril de 2010, pero aún no se ha incorporado a las regulaciones de la UE. Hemos estado reivindicando continuamente su adopción a nivel europeo. Hasta que esto ocurra, seguiremos solicitando las pruebas de acuerdo con la metodología FCC.