Herramientas colaborativas más allá del Teletrabajo
Cuando hablamos de soluciones de trabajo remoto lo primero que nos viene a la cabeza es el teletrabajo y un empleado o colaborador trabajando desde el salón de su casa. Y si bien desde el año 2020 esa forma de trabajar fuera de la oficina “de toda la vida” se ha extendido hasta convertirse en un estándar en una gran mayoría de empresas, las necesidades de conectividad y deslocalización de un puesto de trabajo hasta ahora anclado a una mesa van mucho más allá de esos dos días que trabajamos desde casa.
Trabajo remoto en otras industrias más allá del sector terciario
Una de las cuestiones que muchos olvidaron cuando se habló de sustituir las oficinas por los hogares de forma definitiva tras el gran experimento forzoso realizado en la pandemia, es que existe una gran mayoría de empleos y labores que no pueden ser “teletrabajables”. Por la sencilla razón de que no todos los trabajos se realizan desde una mesa y una silla. Es el caso del sector primario o de las diversas industrias manufactureras. Pero también todos aquellos trabajos que, desde siempre y por su propia naturaleza, requieren de una movilidad constante: desde agentes comerciales a servicios técnicos.
Lo que sí tienen en común prácticamente todos los trabajos, es la necesidad de tener acceso constante a una cada vez mayor demanda de datos, y poder coordinar los diferentes departamentos, colaboradores externos, proveedores y clientes en tiempo real o lo antes posible.
Hoy los procesos de todos los sectores están digitalizados y utilizan todo tipo de aplicaciones, están conectados a sensores IoT o utilizan el Big Data para su día a día, por no decir la ya omnipresente Inteligencia Artificial. Por tanto, cualquier profesional de cualquier sector puede necesitar en algún momento estar conectado y trabajar en equipo, allá donde se encuentre cada uno. Por poner un ejemplo básico: la centralita que antes nos unía a todos los departamentos de una empresa con clientes, colaboradores externos y proveedores, hoy está en la nube.
Cómo ha evolucionado la oficina en la nube desde el teléfono móvil hasta hoy
Carlos Becker (Director de Marketing y Desarrollo de Negocio, Vodafone Business) explicaba en la presentación de la nueva solución empresarial One Net Unite cómo en 2004 la llamada Oficina Vodafone fue pionera en ese entorno wireless (sin cables), integrando las comunicaciones móviles, voz y datos, en la centralita de la red fija, hasta el punto de acabar sustituyendo de facto millones de líneas por cable. Después llegó Internet móvil, liberando también a millones de portátiles y smartphones de la necesidad de encontrar un punto wifi, y hoy con este nuevo producto desarrollado en colaboración con RingCentral, se cubre una nueva necesidad: la gestión del trabajo corporativo en la nube desde una sola interfaz de usuario.
Se trata, según Becker, de una nueva forma de trabajar que universaliza los servicios digitales para empresas de todos los tamaños.
Tecnologías que aporten valor al trabajo remoto
Probablemente, lo que marque la diferencia de las nuevas herramientas digitales de trabajo colaborativo de las anteriores soluciones de movilidad es que ya no solo nos permiten seguir haciendo el trabajo de forma deslocalizada, sino que suman oportunidades de desarrollo de negocio. Se trata, como propone Laura Campo (Head of Entreprise Marketing Products, Vodafone Business) de superar los tiempos en los que la tecnología se aplicaba básicamente al ERP y llegar al momento en el que “la suma de tecnologías y telecomunicaciones resuelva retos”. En este sentido, se muestra entusiasmada porque ve “un momento de oportunidades maravillosas porque la tecnología va tan rápido y ofrece tantas posibilidades que prácticamente resuelve cualquier problema de negocio”.
En el caso de la solución One Net Unite desarrollada junto al líder mundial RinCentral, Jaime Tor Martínez (Channel Director Iberia) explica que este tipo de herramientas colaborativas parten de una visión holística que provoca “un avance más rápido y con un ajuste de costes más controlado”.
Qué es One Net Unite y qué soluciones aporta
La nueva herramienta de trabajo colaborativo en la nube es descrita por sus desarrolladores como una respuesta a un cambio evidente de paradigma: las nuevas generaciones de trabajadores y emprendedores son nativos digitales y, por tanto, híbridos, flexibles… no llevan dinero en efectivo, no se relacionan si no es con una app y consumen en movilidad. Ese perfil de usuario ya está en las empresas y será quien las dirija.
Con una solución de colaboración y productividad en la nube como One Net Unite, no solo se está preparado para trasladar la actividad y las operaciones a cualquier lugar en cualquier momento, sino que mejora la productividad interna, la relación con los clientes, así como la satisfacción y compromiso del empleado y la confianza de los colaboradores.
Lo que diferencia esta nueva versión evolucionada de la anterior One Net es que ahora se crea un puesto de trabajo colaborativo con el que cada usuario tiene mayor control de su conectividad y sus tareas. Se trata de una interfaz flexible, escalable y, lo que es fundamental, agnóstica de cualquier tipo de tecnología, dispositivo o red que se utilice. Es decir, que desde el momento de su instalación es compatible con el resto de herramientas utilizadas, y se podrán integrar vía API otras soluciones y procesos de negocio. Además, al no requerir un software especial, se ahorra en costes y curva de aprendizaje.
En la práctica, es una nueva forma de trabajar porque hasta ahora o llamabas o colaborabas, y ahora podrás hacer las dos cosas al mismo tiempo.
Y esta solución, como dijimos al principio, no está destinada solo al teletrabajo. Pensemos en una gran planta industrial que ocupe varios miles de metros cuadrados, como naves de distribución, plantas energéticas o explotaciones agropecuarias. En estos entornos, un trabajador de la línea de producción puede estar en cualquier punto de esa superficie y permanecer conectado al resto de colaboradores, teniendo acceso a datos y cualquier otra herramienta conectada.
La Inteligencia Artificial (IA) está experimentando un crecimiento vertiginoso y uno de los máximos responsables de ello es ChatGPT. La popular solución de IA generativa alcanzó los 100 millones de usuarios activos mensuales en enero de 2023, apenas dos meses después de su lanzamiento público a finales de noviembre de 2022, superando el ritmo de adopción de otras aplicaciones y tecnologías como el smartphone, Facebook o Internet. Su impacto ha sido tan brutal, que ChatGPT para empresas se ha convertido en una herramienta más para ayudar en las tareas diarias de la empresa.
El valor de ChatGPT reside en su capacidad para comprender y generar texto de la misma forma en la que lo haría una persona, lo que permite a las empresas optimizar sus operaciones e incrementar la eficiencia de los empleados. Tales beneficios están provocando que las empresas adopten esta IA para aumentar su competitividad y prescindir de tareas rutinarias y de poco valor para el negocio.
En un contexto de digitalización acelerada, la conectividad entre las diferentes localizaciones (oficinas, almacén, tienda…) y la gestión eficiente de la red se han convertido en factores estratégicos para el crecimiento y la competitividad de cualquier pyme.
El auge del teletrabajo, la migración de servicios a la nube y la necesidad de una comunicación fluida entre oficinas han puesto a prueba las infraestructuras tradicionales. Y es aquí donde la tecnología SD-WAN se presenta como la solución que redefine la conexión empresarial, aportando seguridad, flexibilidad y una gestión centralizada que responde a los retos de la era digital.
La digitalización es clave para la competitividad de cualquier empresa, entre otras cosas porque permite hacer más… con menos. Sin embargo, la tecnología avanza a veces tan rápido que muchas pequeñas y medianas empresas sienten que la inteligencia artificial (IA) es un tren al que solo pueden subirse quienes ya han avanzado mucho en tecnología.
Los problemas de conexión pueden afectar significativamente la operatividad de una pyme. En un contexto en el que la digitalización juega un papel cada vez más relevante, la conexión a internet es fundamental para el buen funcionamiento del negocio. Y es que los problemas de conexión afectan negativamente a la productividad de los empleados, a la experiencia de los clientes y a la capacidad de una pyme para competir en el mercado.
Elegir el proveedor adecuado entre la amalgama de compañías de Internet que se encuentran en el mercado es uno de los elementos esenciales para evitar los temidos problemas de conexión, pero también lo es elegir la tecnología adecuada. Y, de entre todas ellas, tener internet de fibra óptica es una garantía de éxito.
Aunque muchas empresas ya habían empezado a implantar algún tipo de políticas para favorecer el teletrabajo, no fue hasta la irrupción de la pandemia de Covid-19 y los consiguientes confinamientos cuando esta modalidad se impuso de forma masiva. El trabajo a distancia permitió que buena parte de las empresas pudieran seguir operando con normalidad en un entorno hostil. Esta adopción masiva de modelos de trabajo no presencial generó la necesidad de regular estas actividades.
Es en este contexto en el que nace la conocida como Ley de Teletrabajo, formalmente denominada Ley 10/2021 de 9 de Julio, y con la que se establecían las condiciones en las que debía realizarse el teletrabajo, así como los derechos y obligaciones de empresas y trabajadores. A grandes rasgos, esta normativa ofrece las pautas que deben seguir ambas partes para que la actividad pueda seguir desarrollándose.
Entre los puntos destacables, la Ley de Teletrabajo señala que sólo se considerará como tal cuando el trabajo a distancia de un empleado suponga como mínimo el 30% de su jornada laboral en un periodo de tres meses. Además, se señala que el horario deberá ser pactado entre empresa y trabajador, existiendo la posibilidad de tener un horario flexible que deberá ser registrado y que será la empresa la que corra con los gastos en los que incurra el empleado (conectividad, consumos energéticos, equipamiento, etc.) para realizar su labor.
Otros apartados importantes son los que obligan a la empresa a respetar las horas de descanso de los trabajadores y a los trabajadores a permitir que la organización controle su actividad a través de aplicaciones de gestión, sistemas de control horario o programas de evaluación.
La Ley de Teletrabajo pretende beneficiar tanto a empresas como a trabajadores. La clave de la normativa se encuentra en que se especifica que no puede haber ninguna diferencia entre el trabajo a distancia o el presencial lo que elimina las posibles ventajas o desventajas de optar por una opción u otra.
Uno de los principales retos de las empresas es la de mejorar sus comunicaciones ya que son las principales responsables de que se produzca una coordinación efectiva entre los departamentos y proveedores de la empresa. Además, tener una buena estructura de comunicaciones permite mejorar la relación con los clientes, ofrecerles un servicio más personalizado y aumentar su fidelidad, ya que se les puede responder de forma rápida a sus necesidades y problemas. En este contexto, la tecnología VoIP ha permitido a las empresas, sobre todo a las pymes, no sólo mejorar sus comunicaciones, sino también reducir costes.
En un entorno como el actual en el que tener una conectividad permanente es fundamental para garantizar el desarrollo de las pymes y la productividad de los empleados, el roaming internacional es un servicio que, en numerosas ocasiones, no se suele tener en cuenta, sobre todo en empresas pequeñas.
Tradicionalmente, estas empresas se han centrado en el negocio local, y no han considerado la importancia de realizar transacciones comerciales con otros países. Sin embargo, al encontrarnos en un contexto cada vez más globalizado, el número de pymes que ha visto la posibilidad de extender su negocio a otros mercados se ha incrementado de manera paulatina. Y es entonces cuando el roaming se convierte en un elemento esencial en la estrategia de cualquier organización.
Es momento de planificar cómo puede presentarse el año 2025. No se trata tanto de hacernos una lista de buenos propósitos (que también) como de saber qué puede pasar en los próximos 12 meses para anticiparnos a estos acontecimientos. Más allá de la clásica imagen del trabajador independiente, el autónomo del mañana deberá ser un profesional versátil, tecnológicamente preparado y con un profundo conocimiento de las nuevas reglas del juego.
Tal y como están inmersas las empresas en desarrollar diferentes procesos de digitalización, hay elementos que, no sólo son importantes, sino que son imprescindibles. Entre algunos de ellos se encuentra el de la conectividad.
Hacer networking. Algo que está en boca de todos y que, casi, se ha convertido en un trabajo en sí mismo. No en vano, es una herramienta esencial para cualquier profesional, muy especialmente si eres un autónomo que quiere ampliar su red de contactos y crear nuevas oportunidades de negocio.
Participar en eventos (especialmente presenciales, pero también virtuales) y aprovechar redes profesionales como LinkedIn puede marcar una gran diferencia en el éxito de un profesional independiente.
Gestionar las TI de las empresas es complejo. No sólo se trata de mantener la infraestructura, sino también adecuar los procesos tecnológicos a las necesidades de la compañía. Dentro de las diferentes actuaciones que se tienen que ejecutar, las redes juegan un papel fundamental en toda la operativa TI de las empresas. También en las PYMES. Y es que, optimizar la red es esencial para garantizar un rendimiento eficiente, seguro y flexible.
En este sentido, las redes definidas por software o SD-WAN se presentan como una solución perfecta para cubrir las necesidades de las pequeñas y medianas empresas ya que les permite gestionar de manera automática el tráfico de datos, priorizar las aplicaciones críticas y ganar en flexibilidad y rendimiento. Ello es posible porque, en contraposición a las redes tradicionales, las SD-WAN no dependen de un hardware específico y emplean software que les permiten optimizar de forma centralizada el tráfico de datos en una WAN (Wide Area Network o Red de Área Amplia).
Los trabajadores móviles han existido desde siempre: comerciales que trabajan fuera de la oficina, médicos que atienden a pacientes fuera del hospital, periodistas que ejercen de enviados especiales, etc. La cantidad de este tipo de trabajadores se ha incrementado con el paso del tiempo y la adopción de la telefonía móvil y de Internet de forma mayoritaria por parte de las empresas a finales del siglo pasado influyó de forma definitiva en este crecimiento. En la actualidad, con el aumento del teletrabajo, los empleados que trabajan fuera de la oficina suman cada vez más.
En este contexto, las empresas han comprobado que gracias a las soluciones de movilidad los trabajadores pueden realizar sus tareas desde cualquier lugar y en cualquier momento, lo que incrementa su productividad y permite atender a los clientes y proveedores en cualquier momento sin necesidad de estar en su puesto de trabajo fijo. Es aquí donde la centralita juega un papel fundamental en que la estrategia de movilidad de una organización sea efectiva.
Aunque la inteligencia artificial (como ya ocurrió con otras tecnologías) ha generado recelos y miedos (como el de que las máquinas sustituyan a las personas), también ha demostrado ser herramientas valiosas para mejorar la seguridad y la eficiencia en el trabajo. No en vano, a lo largo de la historia, la tecnología ha transformado positivamente la forma en que trabajamos y ha creado nuevas oportunidades para la humanidad: desde el propio tractor a los ordenadores que están presentes en nuestro día a día.
De hecho, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta esencial para las empresas que buscan optimizar sus operaciones y mejorar la eficiencia. La capacidad de la IA para automatizar procesos rutinarios ha permitido a los empleados concentrarse en tareas de mayor valor añadido, transformando la dinámica laboral y potenciando la innovación y aumentando también su satisfacción en sus puestos de trabajo.