Saltar al contenido principal

05 de noviembre de 2025 - Tiempo de lectura 7 min

Código QR en facturas electrónicas: por qué las pymes no deberían esperar a 2027 para adaptarse

La Agencia Tributaria lleva tiempo incorporando nuevos sistemas y aplicaciones para avanzar hacia una fiscalidad más transparente y automatizada. En el caso de las operaciones empresariales, el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda busca tener una trazabilidad total de las operaciones empresariales mediante sistemas de facturación certificados.

Entre otras medidas, el Real Decreto 1007/2023, exige que las empresas incorporen un código QR en todas sus facturas electrónicas. Para ello, se debe emplear el sistema de facturación denominado VeriFactu. Esta medida forma parte de la estrategia antifraude de la AEAT, cuyo objetivo es erradicar cualquier tipo de software de doble uso y garantizar un control fiscal uniforme en todos los sectores.

Estas facturas con QR garantizan la autenticidad de las facturas y son una garantía de control fiscal. La medida afecta a todas las empresas y profesionales, aunque son las pymes quienes deberán realizar mayores ajustes tecnológicos. La fecha límite para incorporar el código QR VeriFactu era el 1 de enero de 2026, pero el pasado 2 de diciembre el Gobierno anunció una prórroga de un año, hasta el 1 de enero de 2027, para cumplir con esta obligación. No obstante, este aplazamiento no debe interpretarse como un respiro para retrasar la adaptación, sino como una oportunidad para adelantarse y evitar prisas en el último momento.
Miles de empresas españolas tendrán menos cargas con la nueva definición de pyme

VeriFactu, el sistema de facturación que impulsa el QR

A pesar de la prórroga, es fundamental conocer cómo funciona el QR VeriFactu y cómo deberán adaptarse los programas de facturación para evitar sanciones y aprovechar los beneficios de una gestión más eficiente.

El objetivo principal de VeriFactu es crear un entorno de facturación seguro, trazable e inalterable, en el que se garantice que cada transacción económica quede registrada de manera inmediata y fidedigna en la Agencia Tributaria. Para alcanzar este objetivo, VeriFactu impone la obligación de que el software de facturación genere automáticamente un registro inalterable de cada factura en el momento de su emisión.

Este registro se certifica mediante el código QR que garantiza que la factura ha sido registrada, validada y certificada por un software que cumple con el estándar VeriFactu. Es importante saber que el código QR no se puede generar de forma manual ni con ninguna herramienta online. Solo son válidos los programas de facturación certificados que integren las especificaciones del Real Decreto. Cualquier intento de obtenerlos fuera del entorno VeriFactu supone una infracción al comprometer la integridad del sistema y la trazabilidad fiscal que la Agencia Tributaria busca garantizar.

Además, VeriFactu permite, de forma opcional, la remisión automática de los registros a la Agencia Tributaria, lo que agiliza auditorías, comprobaciones y consultas fiscales.

Qué es el Código QR y por qué es vital para el control fiscal

El código QR es un código de barras bidimensional que almacena una gran cantidad de información de forma codificada. En el ámbito fiscal, su utilidad va mucho más allá, ya que funciona como un sello de autenticidad que garantiza que la factura se ha emitido conforme a los estándares oficiales y que los datos que contiene no se han modificado.

Desde una perspectiva técnica y funcional, el código QR es el mecanismo de verificación que permite a cualquier tercero (la Agencia Tributaria, un cliente o un inspector fiscal) validar la existencia y la integridad de la factura de forma instantánea, utilizando cualquier dispositivo de lectura compatible. El QR VeriFactu asegura la trazabilidad, integridad e inalterabilidad del documento desde el momento de su emisión.

Esto es posible gracias a una huella digital o hash criptográfico que detecta cualquier modificación del documento, incluso si se intenta regenerarlo o editarlo posteriormente.

Para cumplir con su función de verificación fiscal, el código QR debe contener como mínimo, un conjunto de datos clave de la factura que son esenciales para su identificación y registro:

  • El NIF o el CIF del emisor.
  • El importe total de la factura con desglose del IVA y, si corresponde, de otros impuestos como el IRPF.
  • El número de factura y la serie correspondiente.
  • La fecha de emisión.
  • La huella digital del sistema que garantiza la inalterabilidad de la factura.

Riesgos de usar lectores no oficiales

El retraso en la obligatoriedad anunciado por el Gobierno supone un alivio para muchas empresas que veían complicado cumplir con la normativa en tan poco tiempo.

No obstante, esa moratoria no debe interpretarse como una invitación a posponer de nuevo la adaptación ya que el proceso requiere planificación y ajustes técnicos que conviene abordar con antelación.

A partir del 1 de enero de 2027 se sancionará a las empresas que no se hayan adaptado, que emitan facturas sin código QR o que utilicen programas de facturación no certificados. En este sentido, la normativa tipifica como infracción grave la simple tenencia o el uso de aplicaciones de facturación que permitan manipular o eliminar registros, modificar la secuencia de facturas o generar documentos sin trazabilidad. Las multas pueden alcanzar los 50.000 euros por ejercicio económico, incluso en el caso de que no se produzca un perjuicio fiscal.

Es especialmente importante recordar que muchos programas gratuitos, versiones “freemium” o aplicaciones básicas no estarán certificados y, por tanto, quedarán fuera del cumplimiento legal. Confiar en ellos expone a la empresa a sanciones automáticas.

Además, la prórroga no elimina la complejidad del proceso, solo retrasa su obligatoriedad. Las pymes que esperen al último momento se enfrentarán a una menor disponibilidad de proveedores, procesos de implantación acelerados y mayores costes. Adaptarse ahora permite distribuir el esfuerzo, formar al equipo y empezar a beneficiarse de una facturación más ágil y automatizada desde hoy.

Cumple con la ley con Billin

En este contexto, contar con un proveedor homologado es la única vía para garantizar el cumplimiento legal y operativo. Billin, disponible a través de la solución Factura Digital de Vodafone Empresas, es un software de facturación online diseñado para pymes que se adapta a los requisitos del sistema VeriFactu y del Real Decreto 1007/2023. Este software facilita la emisión de facturas con QR obligatorio y garantiza el registro inalterable de la información.

Con Billin, cada factura emitida incorpora de forma automática el código QR obligatorio, sin necesidad de intervención manual ni riesgo de error. La plataforma registra de manera inalterable cada documento y genera los ficheros estructurados requeridos para su futura remisión o comprobación por parte de la Agencia Tributaria.

Además, Billin mantiene el software continuamente actualizado frente a cualquier cambio normativo, evitando que la pyme tenga que preocuparse por ajustes técnicos o por nuevos requisitos futuros.

La digitalización fiscal, una oportunidad de crecimiento

La adaptación a la nueva normativa y al sistema QR VeriFactu no debe verse únicamente como un imperativo legal o un gasto. En esencia, supone una buena oportunidad para modernizar la gestión, mejorar la seguridad y aumentar la eficiencia administrativa de la empresa.

Gracias a la nueva normativa, las empresas avanzarán en la automatización de tareas contables, mejorarán la transparencia ante clientes y proveedores y reforzarán la confianza en las operaciones financieras. Además, se reduce la carga administrativa vinculada a la gestión documental, ya que las verificaciones serán más ágiles y los controles automáticos sustituirán buena parte de los procesos manuales de auditoría interna.

Esta digitalización también facilita el acceso a la financiación bancaria, las subvenciones y las licitaciones públicas, ya que mejora la trazabilidad, el cumplimiento normativo y la transparencia financiera requerida en estos procesos.

Pero el verdadero valor está en adelantarse. Las empresas que comiencen la transición ahora no solo evitarán riesgos y sanciones futuras, sino que en 2027 contarán con procesos optimizados, costes reducidos y una estructura administrativa mucho más eficiente que la de aquellas que esperen hasta el último momento.

En definitiva, el sistema VeriFactu y el código QR obligatorio no solo suponen un cambio normativo, sino también una oportunidad real para que las pymes ganen en eficiencia, seguridad y transparencia. La prórroga hasta 2027 ofrece un margen de tiempo, pero también supone una ventaja competitiva: las empresas que den el paso ahora podrán aprovechar desde ya los beneficios de la facturación digitalizada y llegarán a la fecha límite con sus procesos totalmente consolidados. En un entorno cada vez más exigente, adelantarse no solo es cumplir con la ley, sino también mejorar la competitividad del negocio.

Etiquetas relacionadas:

Compartir artículo:

Descargar artículo en PDF

Últimos artículos y novedades

Ver todos los artículos

Contacta con nosotros: Centro de conocimiento de V-Hub